La llegada de Pere Aragonès a la presidencia de la Generalitat ha propiciado un acercamiento entre un lado y otro de la Plaza San Jaime. El Ayuntamiento de Barcelona, que en el pasado había mantenido discrepancias de calado con Junts per Catalunya (JxCat), ha rehecho los puentes con ERC ahora que son el partido que está al frente del Govern.
La primera reunión institucional del nuevo mandatario catalán ha sido con la alcaldesa de la capital catalana y el encuentro ha servido para acercar posturas con respecto a la situación de los políticos condenados por sedición y el “derecho de autodeterminación”.
El consistorio barcelonés es una de las -pocas- instituciones de la región que se le resistía a los nacionalistas y esto ha representado en los últimos años una fuente de tensión entre la administración local y autonómica. Además, el hecho de que en las últimas elecciones municipales de 2019 los votos de Manuel Valls, líder de Barcelona pel Canvi, resultaran clave para investir a Colau ahondó en la división entre ERC y los 'comuns'.
Sin embargo, el anuncio de Valls de dejar su escaño y la política española ha precipitado un nuevo entente entre Aragonès y Colau que va más allá del tradicional acuerdo en el eje ideológico de izquierdas. Ahora la primera edil y el ‘president’ exhiben sintonía con respecto a la “amnistía” y la “autodeterminación”.
Los dos votos de Valls
Precisamente este jueves, el líder socialista en el Ayuntamiento, Jaume Collboni, revelaba en TVE que Valls pactó junto al PSC dar sus votos a Colau (para que el consistorio no tuviera a Ernest Margall, de ERC, de alcalde) a cambio que la líder de En Comú Podem se desmarcara del desafío independentista.
“Yo tuve que ver en la negociación[...]. A cambio de que en Barcelona hubiera un gobierno de coalición con el PSC que se ocupara de los problemas de la gente y no estuviera condicionado por el proceso independentista”, afirmó Collboni.
Aunque el ala catalana de Podemos siempre ha mantenido un planteamiento favorable a un referéndum de secesión en Cataluña, en los últimos tiempos Colau había moderado esta posición. En especial, desde el acuerdo con el PSOE para formar un gobierno de coalición.
Respecto a la amnistía, los 'comuns' nunca han creído que fuera posible, y han defendido el indulto como la única vía “factible” de liberar a los condenados del 1-O. No obstante, en el Congreso se han mostrado a favor de debatir sobre la amnistía en las peticiones formuladas por los partidos independentistas.
Pacto por la Amnistía y la Autodeterminación
En su empeño de convencer a los morados de sumarse en el Govern, Pere Aragonès ha hablado de que la resolución del ‘conflicto’ requiere de un paso previo que es la libertad de los presos y el retorno de los “exiliados”. El presidente catalán quiere que antes de reunir a la Mesa de Diálogo entre gobiernos, en Cataluña se apruebe el “Acuerdo Nacional para la Amnistía y la Autodeterminación”. Y espera que Colau se suma al proyecto.
No obstante, según explican fuentes de la formación morada a Vozpópuli, “no han hablado” de sumarse el pacto: “Las declaraciones de Colau han ido en una lógica generalista. Los 'comunes' siempre hemos estado por el diálogo y la libertad”. Y es que la alcaldesa, tras la reunión con Aragonès, sostuvo que “siempre van a estar” junto al Govern en todo lo que tiene que ver con la libertad de los condenados por sedición y sobre un eventual referéndum. Y ahora que Valls ya está con un pie fuera de la política municipal, tiene menos escollos para acercarse a ERC.