España

Sánchez aguanta el pulso a Pablo Iglesias: “No va a haber adelanto de elecciones”

El PSOE está convencido de que el ex vicepresidente sigue manejando los hilos en Podemos y ha impuesto su visión de que acortar la legislatura es lo que más les conviene para que Yolanda Díaz no se consolide

  • Pedro Sánchez también engañó a Podemos / -

Pablo Iglesias sigue moviendo los hilos en Podemos y Pedro Sánchez está decidido a aguantarle el pulso: ”El presidente no va a adelantar las elecciones generales” a finales abril, como quiere el exvicepresidente, y tampoco va a sacar a Irene Montero del Gobierno. No desea facilitar a los morados que vayan culpando al PSOE de romper el primer Gobierno de coalición de izquierda, ni tampoco que consoliden una posición de ventaja frente a su jefa de filas, Yolanda Díaz, resumen a Vozpópuli altos cargos socialista con acceso a La Moncloa y Ferraz.

Una vez comprobado que reformar juntos la llamada Ley del solo sí es sí para mitigar la alarma tras la rebaja de penas a quinientos violadores es poco menos que imposible, los dos socios andan enredados en el reparto de culpas; en ganar tiempo para construir un relato creíble a sus respectivas parroquias, de cara a las cruciales elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, donde se van a jugar buena parte de las opciones de reeditar la coalición a partir de diciembre.

Sánchez está preocupado por la deriva del sí es sí, admiten las fuentes socialistas consultadas, pero no tanto porque el ”espectáculo” haga que se le fuguen más votantes hacia un PP que lo contempla con una bolsa de palomitas desde sus escaños del Congreso y ofreciendo su abstención para arreglar ”el desastre”; está preocupado, explican, porque Díaz no acaba de arrebatar a Podemos el liderazgo de todo el espacio que hay a la izquierda de los socialistas, y sigue sin estar claro con quién de los dos tendrá que negociar su próxima investidura.

De momento, el pulso no les está yendo mal a los morados porque han sumado a sus tesis a Bildu y a ERC -53 diputados en total-, lo cual condena cada vez más al PSOE a echarse en manos del PP y Feijóo para reformar la Ley del solo sí es sí

Podemos lo sabe y se resiste a perder su papel de fuerza aglutinadora de todo ese bloque de investidura -con ERC y Bildu-; por eso, con un lenguaje grueso que resuena más a oposición que a Gobierno, se ha erigido en guardián del “consentimiento” de la víctima contra su violador y acusa a los socialistas, con quienes todavía se sienta en la mesa del Consejo de Ministros, de querer volver al ”Código Penal de La Manada” (sic) de la mano de los populares.

Y todo con una Yolanda Díaz cada vez más en segundo plano, sin ”marcar la agenda”… justo lo que buscan Iglesias, Montero y una Ione Belarra que este sábado volvía a dar una vuelta de tuerca al pulso calificando de “incomprensible” que Sánchez prefiera al PP para rectificar la ley: pretenden que ese electorado de izquierda pura que pueden acabar disputándose en las elecciones generales visualice el giro a la derecha del inquilino de La Moncloa.

De momento, no les está yendo mal a los morados porque han sumado a su tesi inmovilistas a los abertzales y a los republicanos catalanes -53 diputados suman los tres-, lo cual condena cada vez más al PSOE a echarse en manos del Alberto Núñez Feijóo para recuperar en la polémica Ley del solo sí es sí la división de tipos de agresión sexual, con o sin violencia (el antiguo abuso), como única manera de calmar a una opinión pública alarmada ante la sangría de rebajas de pena y excarcelaciones.

Montero y Belarra siguen

Sánchez aprovechó este jueves el viaje en avión con los periodistas, al inicio de una gira que le llevó a Austria, Croacia y Eslovenia, para intentar desmontar el relato de Montero: en un gesto insólito retó a su ministra de Igualdad a desvelar ante la opinión pública las ”siete contrapropuestas” de reforma de la ley que los morados aseguran haber presentado a la ministra de Justicia, Pilar Llop, o que deje de hacer ”ruido”; un ruido que está minando al Gobierno del que forma parte y del que también se queja la vicepresidenta y ministra de Trabajo.

Eso sí, a pesar de la fuerte tensión que preside las relaciones entre PSOE y Podemos, y entre Podemos y Díaz, o quizá precisamente por eso, el jefe del Ejecutivo dejó claro a los informadores que el cambio de Gobierno que tiene que acometer en marzo para sustituir a las dos ministras candidatas a alcaldesa, Reyes Maroto (Madrid) y Carolina Darias (Las Palmas de Gran Canaria), se limitará a cubrir sus vacantes en Industria y Sanidad, respectivamente; nada de una gran remodelación, porque no puede permitirse sacar ni a Irene Montero ni a Ione Belarra, a pesar del fuerte rechazo que suscitan sus perfiles en todos los sondeos

El Gobierno parece hoy ”un tripartito mal avenido” y el PSOE está decidido a reconducir, cueste lo que cueste, una situación “tóxica” porque le va en ello la victoria frente al PP en mayo y luego en las generales; ”Ya no estamos para reírles las gracias”

Todas las fuentes consultadas coinciden en que durante estos tres años de gobierno, el PSOE -Sánchez el primero- ha ido disculpando las “salidas de tono” de sus socios con el argumento de que Podemos necesitaba ”visibilidad”. El problema es que, a raíz de la marcha de Pablo Iglesias del Gobierno y la a priori inesperada guerra entre morados, por un lado, y Yolanda Díaz, hoy el Gobierno parece más un ”tripartito mal avenido” que otra cosa, reconoce un miembro de la Ejecutiva socialista. Y La Moncloa y Ferraz están decididas a controlar una relación que se ha vuelto “tóxica”.

“El presidente lo dijo muy claro durante los corrillos del Congreso el Día de la Constitución (6 de diciembre): todos los proyectos que no fueran aprobados ese mes, antes del 31 de diciembre, si se llega a un acuerdo, bien y, si no, también porque entramos en año electoral”. La frase corresponde a un responsable de comunicación ministerial y refleja el estado de ánimo. ”Ya no estamos para reírles las gracias”, resume.

Peligra la reforma de las pensiones

Se vio en el debate y aprobación de la Ley de Bienestar Animal, donde el PSOE forzó la exclusión de los perros de caza de esa norma por presiones de sus barones, se está viendo ahora con la Ley del solo sí es sí a un Sánchez decidido rectifIcar los ”errores” con el PP si Montero no cede, y se va a ver en próximos meses en otros proyectos muy sensibles para Podemos, aseguran las mismas fuentes: desde la regulación de los alquileres en la Ley de Vivienda -con los socialistas radicalmente en contra de poner límite al precio del alquiler entre particulares-, a según qué cambios en la Ley Mordaza, comprometidos en el acuerdo de investidura de noviembre de 2019.

También peligra la segunda parte de la reforma de las pensiones, comprometida con la Unión Europea. El que quizá sea el cambio más importante en lo que queda de legislatura sigue bloqueado en el Consejo de Ministros por la falta de apoyos que está teniendo el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en este caso no solo de Unidas Podemos, también de los aliados parlamentarios, sindicatos y la patronal CEOE.

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