España

Sánchez dobla los delegados al 41 Congreso: Entre 1.500 y 2.000 para refundar un PSOE “de aclamación”

Los críticos dan por “imposible” que sus propuestas lleguen al plenario porque necesitarán pasar el filtro del 30% de apoyos durante los debates de unas comisiones multitudinarias

  • El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la clausura del 40º Congreso Federal del PSOE -

Al 41 Congreso Federal que el PSOE celebrará en Sevilla del 29 de noviembre al uno de diciembre acudirán “entre 1.500 y 2.000 delegados” elegidos por un censo oficial de 170.000 militantes, una inusual y abultada cifra de delegados que va a suponer doblar la representación que tradicionalmente acude a los cónclaves socialistas cada cuatro años, unos mil, según ha revelado la portavoz del partido, Esther Peña.

A la espera de que se apruebe el número exacto en una próxima reunión del Comité Federal, el anuncio de Peña ya ha levantado voces de alarma en los sectores críticos con la “deriva presidencialista” de Pedro Sánchez, porque creen que intenta solapadamente consolidar su proyecto cesarista dando el golpe de gracia al modelo orgánico que implementaron Felipe González y Alfonso Guerra en el histórico Congreso en Suresnes (1974).

Se trata, según diversas fuentes consultadas por Vozpópuli entre esos sectores, de mutar el PSOE de mayorías y corrientes minoritarias -Izquierda Socialista- que han administrado sucesivamente a González, José Luis Rodríguez Zapatero, incluso el propio Sánchez, por un partido “más a la americana”, “de aclamación” del líder en cada momento con la coartada de que ese es el verdadero “PSOE de la militancia” y no el de pactos entre dirigentes bajo la mesa camilla.

Una estructura que solo se active con cada ciclo electoral y en la que habrá cero debate; tal que el Partido Demócrata estadounidense donde, más allá de las opiniones izquierdistas y muy minoritarias de Alejandra Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, lo cierto es que defiende la ideología y el programa de quien encabeza la candidatura a La Casa Blanca en cada momento

Una estructura que solo se active con cada ciclo electoral y en la que habrá cero debate ideológico “en el día a día”; tal que el Partido Demócrata estadounidense donde, más allá de las opiniones izquierdistas y muy minoritarias de Alejandra Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, lo cierto es que el partido defiende la ideología y el programa de quien encabeza la candidatura a La Casa Blanca en cada momento: Ayer los Clinton, Barack Obama o Joe Biden, hoy Kamala Harris.

Ya en el 40 Congreso Federal del PSOE, celebrado en Valencia en octubre de 2021, no pasó desapercibida una anécdota orgánica que ahora amenaza con convertirse en categoría en el cónclave de Sevilla: en el domingo de cierre, el presidente del 39 congreso, el entonces presidente de la Generalitat y secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, dio por aprobada la ponencia de estatutos y la nueva ejecutiva por aclamación, sin contar votos.

“Si eso ocurrió hace tres años con mil delegados -y 3.500 invitados-, ¿Qué no ocurrirá con las votaciones en Sevilla en noviembre con más de 1.500 delegados llamados a votar?”, se pregunta un barón socialista crítico con la actual situación del partido.

No a un candidato alternativo

No es que los críticos vayan a plantear una candidatura alternativa a la de Sánchez -Emiliano García Page ni se lo plantea-, al que reconocen una autoridad política extramuros incluso del propio PSOE, ya que buena parte de los votantes de Sumar, Podemos, incluso de partidos nacionalistas en 2023, hoy se muestran en los sondeos dispuestos a votarle.

Se trata, más bien, de frenar la deriva a la que está llevando a una sigla centenaria, de no acabar con el poco debate interno que queda. Porque, si el congreso es de 1.500 a 2.000 delegados, las fuentes consultadas dan por hecho que las enmiendas apadrinadas por los delegados y las federaciones más críticas -Aragón y Castilla-La Mancha figuran en el ranking- no pasarán el filtro de los debates en comisión para ser llevadas al plenario del 41 Congreso Federal.

Estatutariamente cualquier enmienda presentada por un número de delegados necesita el 30% de votos, mínimo, de esa comisión para ser elevada a pleno: pero, con unas comisiones de 200 miembros en lugar de los tradicionales 100, eso va a resultar “poco menos que imposible”, reconocen estas fuentes a Vozpópuli.

Históricos del PSOE convocan el 26 e octubre un acto conmemorativo del medio siglo del Congreso de Suresnes para poner de manifiesto que Sánchez está recorriendo el camino contrario al que recorrió Felipe González cuando renunció al marxismo: quiere convertir al partido en un instrumento del “populismo de izquierdas” y confederal

De momento, un primer movimiento contestatario de sectores de dirigentes históricos se está produciendo: el llamado Colectivo Fernando de los Ríos, en el que están ex ministros de Felipe González, Pedro Bofill, Nicolás Redondo y otros ex dirigentes, han convocado el 26 de octubre en Madrid un acto de conmemoración del 50 aniversario del histórico Congreso de Suresnes (Francia), el último en el exilio antes de la recuperación de la democracia.

Al acto están invitados González, Guerra y todos los supervivientes de aquella refundación del viejo gran partido de la izquierda para convertirlo en una fuerza capaz de llegar al poder y cambiar España tras la dictadura. el acto, asimismo, va a servir para conmemorar el 42 aniversario de la primera victoria electoral del PSOE el 28 de octubre de 1982, que dio paso a un ciclo de catorce años de poder ininterrumpido.

Robar votos a Sumar

Los organizadores pretenden que el acto sea un “contrapunto” a las formas y maneras en que se va a desarrollar el 41 Congreso Federal de un partido en el que ya no se reconocen porque Sánchez está recorriendo “el camino inverso” al que recorrió González cuando dimitió y obligó al PSOE a renunciar al marxismo en el congreso extraordinario de 1979 para convertirlo en un partido de gobierno.

El hoy presidente del Gobierno, ha apostado por un “populismo de izquierdas” y hasta confederal -con acuerdos como el del PSC con ERC para implementar el concierto fiscal en Cataluña- con el indisimulado objetivo de robar votos no solo a Sumar y Podemos, también a sus socios independentistas, una vez que en las elecciones del 23 de julio del pasado año comprobó que ya le es imposible combatir con Alberto Núñez Feijóo por el centro.

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