Pedro Sánchez ha regresado de las vacaciones con la agenda repleta. El presidente del Gobierno ha participado en diversos actos el sábado y el domingo después de permanecer tres semanas prácticamente desaparecido en Lanzarote. Fuentes socialistas explican a Vozpópuli que la mano de Óscar López como nuevo director de Gabinete ya se nota en la reaparición de Sánchez. Mucha agenda internacional, también sobrevenida por las circunstancias, y "más calle y proximidad" del presidente.
Afganistán ha sido el principal foco de preocupación. Después de un inicio titubeante en la gestión de la crisis, el presidente ha conseguido de una tacada reunir a las instituciones de la Unión Europea en Madrid y una larga conversación telefónica, según Moncloa, con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El Gobierno ha facilitado Torrejón, en Madrid, como base de operaciones para el traslado de traductores y colaboradores afganos de otros países occidentales.
Agenda internacional de Sánchez
La influencia del nuevo titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha sido decisiva. Albares formaba parte del primer Gabinete que tuvo Sánchez tras la moción de censura. Y ya intervino en ese momento en el rescate del barco inmigrantes Aquarius; un gesto que tuvo mucho eco fuera de nuestras fronteras. "Salvando todas las distancias, que son muchas, hay algo de golpe de efecto con Afganistán", reconocen estas fuentes.
Otro éxito diplomático de estos días, que ha pasado algo desapercibido por la crisis afgana, ha sido el paso atrás del rey de Marruecos. Mohamed VI ha enterrado el hacha de guerra en una comparecencia que ha sorprendido a muchos diplomáticos. El monarca se ha mostrado dispuesto a inaugurar una nueva etapa en las relaciones con España. Se trata de un paso muy importante tras el conflicto diplomático que enfrenta a los dos países desde la entrada de centenares de personas en Ceuta el pasado mayo. El jefe del Ejecutivo ha agradecido estas palabras y ha confiado en construir una "relación sobre bases mucho más sólidas".
Sánchez aplazó un viaje a Rabat después de que la administración saliente de Donald Trump reconociera oficialmente la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. La entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para tratarse de una infección por coronavirus hizo saltar por los aires las relaciones hispano-marroquíes. Ha sido la peor crisis diplomática entre los dos países desde la toma del islote de Perejil en el 2002. Las palabras del rey de Marruecos son una declaración de intenciones para recuperar la confianza perdida en los últimos meses.
La mano de Óscar López
El presidente, lejos de aparcar su agenda, ha visitado el domingo la zona afectada por el reciente incendio de Ávila. Sánchez, que se ha mostrado distante e inaccesible a la gente en muchas ocasiones, se ha acercado a algunos vecinos del municipio de Sotalbo. Y se ha hecho viral el vídeo del presidente firmando en la escayola de una mujer mayor. "No es casualidad", aseguran desde el PSOE. "Aquí se nota la mano de Óscar López".
López quiere dar un nuevo aire a la presidencia de Sánchez y sobre todo pacificar las relaciones entre La Moncloa y Ferraz, muy tocadas por el paso de Iván Redondo. El ex director de Gabinete impuso un profundo cambio en la imagen de Sánchez tras la moción de censura con el objetivo de reforzar su perfil presidencial. La campaña generó algunas imágenes polémicas, como la de Sánchez con gafas de sol en el Falcon. López busca ahora un perfil más cercano cuando todavía restan casi dos años de legislatura.
López y Sánchez estuvieron muy unidos en los inicios de Sánchez al frente del PSOE en el 2015. Juntos impulsaron las llamadas "campañas de proximidad", en las que por ejemplo Sánchez iba literalmente puerta por puerta pidiendo el voto en algunos municipios. Tras la convulsa dimisión de Sánchez en el comité federal del 2016, Óscar López se alineó con Patxi López en las primarias socialistas que ganó el presidente del Gobierno. Y hasta su nombramiento como nuevo jefe gabinete ha estado al frente de Paradores y retirado de la primera línea política.