El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que es "absolutamente inaceptable" que Marruecos haya podido "atacar las fronteras" de Ceuta con el asalto de más de 10.000 personas como forma de protestar por un problema de política exterior.
"No es admisible que un Gobierno diga que se atacan las fronteras, que se abren para que entren 10.000 en un país vecino, por desavenencias y discrepancias en política exterior", ha subrayado Sánchez en la rueda de prensa tras la cumbre hispano-polaca celebrada este lunes en Alcalá de Henares y en respuesta a la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos.
Marruecos ha hecho público este lunes un comunicado en el que se desvincula la crisis con España de la presencia de Brahim Ghali y se especifica que lo que Marruecos espera de Madrid es "una aclaración sin ambigüedades de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones" sobre la cuestión del Sáhara.
Para Sánchez, esta actitud es "absolutamente inadmisible" y ha recordado que Marruecos "no debe olvidar que no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España", que es un "interlocutor imprescindible, necesario y privilegiado" con Europa.
"Si lo que se esta diciendo es que Marruecos ha utilizado la inmigración, el asalto de las fronteras españoles por más de 10.000 marroquíes en 48 horas, a mí me parece absolutamente inaceptable y por tanto rechazo esa declaración", ha asegurado el presidente del Ejecutivo.
"Actitud constructiva" con Marruecos
Para Sánchez, "no es admisible que un Gobierno diga que se atacan las fronteras de España" a consecuencia de "desavenencias y discrepancias en política exterior", sobre todo cuando España "concibe su relación con Marruecos desde un punto de vista estratégico".
Además, ha planteado una "actitud constructiva" con Marruecos y ha recordado que "la vecindad y necesaria relación bilateral se debe cimentar sobre el respeto y la confianza" y que el "respeto y la confianza no se construyen si lo que se está diciendo es que por una desavenencia no se respetan las fronteras".
"No es aceptable y por tanto lo rechazo", ha zanjado.
Indultos
En la misma rueda de prensa, el presidente del Gobierno ha restado importancia al "coste" político que puede tener para su Ejecutivo un futuro indulto de los líderes independentistas catalanes y, por el contrario, ha apostado por abrir "una nueva etapa" que deje atrás "un mal pasado".
Sánchez ha dejado claro que esa decisión la tomará el Gobierno "en conciencia" y no pensando en los efectos negativos que pueda tener sino en "los millones de catalanes que quieren vivir en paz y que quieren superar el desgarro emocional" que supuso lo sucedido el año 2017.
"Creo que ayudar a resolver problemas no representa un coste", ha insistido Sánchez, que no cree que dejar "las cosas enquistadas" sea lo que se merece ni Cataluña ni el conjunto de España.
Para el presidente del Gobierno, la decisión sobre los indultos permitirá transitar "de un mal pasado a un futuro mejor", que, a su juicio, se tiene que escribir con palabras como la "concordia" y la "cohesión".
Sánchez ha reconocido que no puede adelantar una fecha sobre esa decisión porque el Ministerio de Justicia tiene que estudiar primero los informes de todas las partes y elaborar después no solo un expediente, sino once, por cada uno de los lideres independentistas condenados, que además "tienen que armarse bien".
Será entonces y cuando estén preparados esos informes cuando se eleve esa decisión al Consejo de Ministros: "Fecha no le puedo dar ninguna".