Después de que Feijóo interviniese ayer en el 44 Congreso federal de UGT que se celebra hasta el miércoles en Barcelona, hoy ha sido el turno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El dirigente socialista —que en todo momento ha mostrado un trato cercano y cómplice con el líder sindical Pepe Álvarez— ha arrancado su discurso acordándose de las víctimas de la DANA en Valencia, comunidad que "contará siempre con el respaldo del Estado" mientras dura la reconstrucción. Y sobre cuya tragedia ha mantenido que "más grave que la emergencia climática, son los gobiernos que la niegan" o menosprecian, ya sean de derecha o ultrederecha.
El ejemplo le ha servido para mantener que "crisis hay muchas, pero respuestas solo hay dos: de izquierdas y de derechas". En este sentido, ha recordado que tras la crisis financiera, la sociedad española tardó dieza años en recobrarse por culpa de las recetas "neoliberales". En cambio, tras la recesión de la pandemia, el Gobierno de coalición progresista hizo posible que la recuperación llegara en "tan solo dos años". "O recuperación lenta con recortes, o rápida con justicia social", ha sintetizado al respecto. Acto seguido, ha agradecido a UGT que "empujase" y "ayudase" al Ejecutivo en proyectos de los que sentía "orgulloso" como la subida del Salario Mínimo o la revalorización de las pensiones, destacando que el Estado acabará el año con "30.000 millones en la hucha de la Seguridad Social".
Todos estos avances, ha aseverado, colocan a UGT y al Ejecutivo en el "lado correcto de la historia". Una posición que confirma su defensa de que la "inmigración es fuente de riqueza", de la causa del "pueblo palestino" o de su voluntad de gravar a las "grandes fortunas". Unos frentes que la derecha ha "dejado de lado", consagrada al "ruido, la infamia y la difamaciones". "Su único proyecto es el bulo y la mentira", ha denunciado. El motivo, según Sánchez, es que los conservadores "no perdonan" al PSOE haber ganado una moción de censura a un gobierno "condenado por corrupción" y demostrado que es posible gobernar "en coalición y en minoría". "Sus ataques en el plano personal y político solo persiguen hacernos desistir", ha sentenciado. Y ha concluido demandando apoyo a la UGT para perseverar en la senda progresista y aprobar la ley de reducción de jornada laboral.