El Gobierno planea prohibir el aire acondicionado a menos de 27 grados centígrados en comercios y transportes, según ha adelantado Radio Nacional de España y confirman fuentes gubernamentales a este diario. No obstante, estas mismas fuentes aseguran que aún no se han cerrado los detalles del decreto de medidas de ahorro energético que pretende aprobar Moncloa el próximo lunes y que se inspira en un plan similar para la Administración que el Ejecutivo acordó hace dos meses.

El presidente se ha sacado este viernes de la manga más medidas para paliar la crisis económica, consciente de que los españoles están acorralados por la elevada tasa de inflación, que este mes de julio se ha situado en el 10,8%, seis décimas más que hace un mes. Moncloa está ultimando un paquete legislativo para mejorar la eficiencia y el ahorro energético que contiene estas medidas y que, según ha anunciado el propio Sánchez, se han trabajado durante semanas y debatido tanto con el sector privado como con el conjunto de administraciones públicas, así como con los grupos parlamentarios en el Congreso.

El plan que baraja en Ejecutivo es que que tanto empresas como comercios, hoteles y transportes apliquen los mismos límites de temperatura que afectan a la Administración. Así, el termómetro en interiores no podrá ser inferior a los 27 grados en verano. Pero tampoco superior a los 19 en invierno. Del mismo modo, los edificios tendrán que asegurarse de que las entradas y salidas están cerradas para evitar el derroche energético.

No hay más que pasearse por un centro comercial para saber que a lo mejor la temperatura está demasiada bajaPedro Sánchez, presidente del Gobierno

"Tenemos que ahorrar un 7% [de consumo de gas] y ahí tenemos que vernos involucrados todos. El Gobierno de España, las comunidades autónomas, los ayuntamientos, las empresas, todos los sectores. Porque va a ser positivo y vamos a pagar menos factura de la luz, menos energía. Va a ser positivo para el bolsillo de los ciudadanos y para la evolución de la inflación. No hay más que pasearse por un centro comercial para saber que a lo mejor la temperatura está demasiada baja", ha espetado el presidente del Gobierno.

Sánchez ha anunciado en su balance de fin de curso que propondrá en septiembre a la Comisión Europea intervenir más el mercado energético para frenar la escalada de la inflación. Por eso, el líder socialista pedirá a sus colegas europeos desacoplar el gas del precio mayorista de la electricidad y poner un tope al precio de las emisiones de CO2. Y todo con el fin de terminar con el veneno que mes a mes mata al Ejecutivo.

Lo cierto es que Pedro Sánchez pretende erigirse en todo un líder contra el cambio climático. Es más, este mismo viernes ha comparecido sin corbata para concienciar sobre el ahorro energético, ya que al no llevarla se pasa menos calor y se necesita menos aire acondicionado. Eso sí, tras ello ha realizado los 25 kilómetros que separan el Palacio de La Moncloa de la base aérea de Torrejón en el Súper Puma, una aeronave militar con un consumo medio de 600 litros de queroseno por hora. Y es que Sánchez inicia una gira por los países bálticos que arranca este mismo viernes.

Un plan ideado para la Administración

El decreto, según fuentes gubernamentales citadas por El País, también acotará las calderas. Y es que el texto incluirá la obligatoriedad de revisar su estado con mayor frecuencia en empresas y comercios para evitar el despilfarro de energía. Ninguna de estas medidas afectará las viviendas particulares pese a que suponen el grueso del mercado. Pero el Ejecutivo no descarta hacer extensible estas medidas a todos los ciudadanos.

El Gobierno ya fijó hace dos meses que la temperatura en los edificios públicos no podrá superar los 19 grados centígrados cuando en invierno sea necesaria la calefacción, ni estar por debajo de los 27 cuando en verano se precise aire acondicionado. El plan afectaba entonces a los edificios de la Administración General del Estado y a las entidades del sector público y suponía reducir en dos grados los 21ºC vigentes actualmente para invierno y en uno los 26ºC de verano. Y ahora el Ejecutivo se inspira en él para extenderlo al sector privado.

Aquel acuerdo que se publicó en el BOE también fija que en este 2022 se instalen, al menos, 50 megavatios (MW) en placas fotovoltaicas para autoconsumo. Para ello, cada organismo público debe identificar las principales ubicaciones bajo el principio de idoneidad. Pero no solo. También prevé un sistema de regulación de los horarios de encendido y apagado y del nivel luminoso del alumbrado exterior de edificios, infraestructuras, carreteras y túneles.

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