El PSOE espera un Podemos más escorado en la "oposición" en el arranque de este curso político. Fuentes socialistas aseguran a Vozpópuli que la presencia de Pablo Iglesias como tertuliano en varios medios de comunicación será una prueba para la estabilidad del Gobierno de coalición. Y creen que la formación morada, que ha abierto una nueva etapa sin Iglesias, presionará más a Pedro Sánchez de la mano de algunos de sus aliados parlamentarios, especialmente las formaciones independentistas catalanas y la izquierda abertzale.
La reaparición de Iglesias como estrella rutilante del universo tertuliano no ha pasado desapercibida en el PSOE. El exvicepresidente tiene ahora las manos libres para opinar y marcar el paso a su partido y al Ejecutivo. Y en Ferraz dan por hecho que Iglesias irá al ataque con todo. "No se puede esperar demasiada lealtad por parte de Podemos", sostiene un veterano socialista.
Uno de los ejemplos de esa "oposición" de Podemos al PSOE está en la batalla energética. La factura de la luz bate récords de precio a diario, y se espera que el problema se mantenga de cara al invierno. Podemos ha pedido una intervención pública para fijar precios máximos o mínimos en el mercado mayorista.
Podemos ataca con la energía
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha rechazado esta propuesta en el Congreso porque, en su opinión, existe una "prohibición expresa" en el derecho comunitario para fijar precios en los mercados mayoristas, establecer precios máximos o mínimos y también la obligación de aplicar precios marginales.
"Este Gobierno jamás va a impulsar la adopción de medidas que sepamos de antemano que son frontalmente contrarias al derecho comunitario", ha dicho Ribero en el Congreso. "Eso es lo peor que se puede hacer". El portavoz morado en el Congreso, Pablo Echenique, no ha tardado en responder. Y ha sugerido que las soluciones que está planteando Ribera son las mismas del "oligopolio eléctrico".
El PSOE cree que Podemos incrementará la presión tras el congreso federal, que se celebrará a mitad de octubre. Esa cita es clave para conocer el renovado equipo de Sánchez y la orientación del partido de cara al nuevo ciclo electoral.
Fuentes del PSOE sostienen que el presidente del Gobierno quiere un partido "a su imagen". "Le va a dar lo mismo la historia de cada cual", aseguran estas fuentes. Es decir, Sánchez no siente ya la obligación de "premiar" a quienes estuvieron a su lado en las primarias del 2017 contra Susana Díaz. Una prueba de ese giro es la elección de Óscar López como director de Gabinete de la Presidencia y la destitución de Iván Redondo.
Podemos cree que ha actuado siempre con lealtad al Gobierno del que forma parte. La presión del partido morado ha conseguido en el pasado orientar los acuerdos parlamentarios hacia el bloque de investidura. Estos pactos han allanado el camino hacia los indultos a los líderes separatistas y la reactivación de la mesa de diálogo con la Generalitat.
Batalla por los alquileres
Sin embargo, el PSOE ya sabe que hay cuestiones que complicarán la estabilidad de la coalición en los próximos meses. Sánchez, por ejemplo, ha cedido en la subida del salario mínimo interprofesional para quitarse uno problema de encima. Pero tiene otros encima de la mesa que no serán tan fáciles de resolver.
Además del energético, la otra línea roja que ha marcado Podemos es la nueva ley de Vivienda. El partido morado se ha conjurado para exigir a Sánchez que cumpla su pacto e incluya la regulación del precio de los alquileres en la norma. Pero Podemos no quiere quedarse solo en una presión de palabra.
Este diario ha informado de que Podemos está dispuesto a romper con el PSOE y apoyar una ley de Vivienda alternativa que regule el precio de los alquileres. Una de las posibilidades que se baraja es que estos partidos; liderados por ERC y JxCat -que aprobaron su propia ley autonómica en Cataluña-; impulsen una proposición de Ley de Vivienda en el Congreso. La propuesta incluiría topar el alquiler. El grupo de Unidas Podemos estaría dispuesto a apoyarla aunque el PSOE se desmarque