Pedro Sánchez presenta este jueves España 2050, uno de los proyectos más ambiciosos de su director de Gabinete, Iván Redondo. La crisis con Marruecos ha empañado la operación política en torno a este informe, que no es algo nuevo en España a pesar de cómo se vende. La prospectiva y el análisis a largo plazo de los retos de un país llegaron para quedarse en la primera época de Felipe González. El expresidente socialista contó con la ayuda, entre otros, de dos figuras muy relevantes dentro del actual al Gobierno: el responsable del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos; y el ministro de Universidades, Manuel Castells.
Redondo cebó el acto del presidente del Gobierno con un artículo en el diario El País. Pero no contó con el incendio provocado por Marruecos en Ceuta, que ha alejado el plan del foco informativo pero no lo suficiente como para sacarlo de la agenda. España 2050 es, en palabras del propio jefe de Gabinete, un proyecto con el que se quiere poner en marcha una reflexión colectiva y plural sobre el futuro de España en el mundo post-covid.
El estudio que presentará Sánchez en el Museo Reina Sofía de Madrid se titula Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo. El relato de estos días incide en que un centenar de investigadores de más 40 universidades, ONG y asociaciones han participado en la elaboración del mismo. Muchos de sus autores permanecen en el anonimato. La audiencia del jefe del Ejecutivo, como es habitual en la liturgia de este presidente para las grande ocasiones, estará compuesta por ministros, grande empresarios del Ibex y representantes de la sociedad civil.
La prospectiva no nace con Redondo
La pompa que reviste el acto ha llevado a la oposición a calificarlo de mera propaganda. La crítica más extendida, también en algunos círculos del PSOE, es la sensación de que Redondo y su gabinete "han inventado la prospectiva". "Esto se lleva haciendo años en España, por lo menos desde que llegó Felipe González a la Moncloa en al año 1982", explican veteranos socialistas. "Lo novedoso es que el jefe de Gabinete se firme una página entera en El País".
Muchas personas contribuyeron al desarrollo de esta disciplina en los albores de la democracia. Uno de ellos fue Tezanos. El hoy cuestionado presidente del CIS, doctor en Ciencias Políticas y Sociología, espoleó el ánimo de los investigadores desde la Fundación Sistema, que creó 1981. Tezanos es autor o editor de 82 libros y de más de 150 monografías científicas sobre temas de estructura social, desigualdades, sociología política, sociología del trabajo y tendencias sociales.
Otra persona muy próxima a la prospectiva en España ha sido el ministro Manuel Castells, sociólogo e intelectual de reconocido prestigio académico cuya firma aparece en numerosos trabajos como el que Sánchez dará a conocer el jueves. España fin de siglo; El desafío Tecnológico. España y las nuevas tecnologías; Nuevas tecnologías, Economía y Sociedad en España son solo algunos de ellos.
Estos trabajos pertenecen a la etapa de González y cuentan con la participación de autores e intelectuales muy vinculados a la primera etapa del PSOE en el poder tras la instauración de la democracia. Vozpópuli ha tratado de recabar sin éxito la opinión de Castells sobre el plan España 2050, en el que no ha participado y cuya paternidad se atribuye a La Moncloa. El responsable de la oficina de prospectiva y estrategia de la Presidencia es Diego Rubio, un fichaje de Redondo cuya especialidad académica es la Historia.
Conjeturar sobre el futuro
Otro de los pioneros en este campo es el catedrático de Economía Aplicada Adolfo Castilla, creador de Economía y Futuro. Castilla ha escrito una veintena de libros y centenares de artículos, algunos de ellos en las revistas de Sistema dirigidas por Tezanos. Castilla publicó un análisis extenso sobre el futuro de la prospectiva en la edición especial de Temas para el Debate con motivo de sus 300 números.
"Mi trabajo está dedicado a los futuros posibles de la prospectiva como área de actividad y conocimientos. Mi conclusión es que será una forma de reflexión sobre lo que puede ocurrir en el futuro, cada vez más utilizada", dijo. "Es cierto que las predicciones se cumplen con detalle muy raramente, pero eso no quiere decir que no se puedan hacer. Pensar mirando al futuro y actuar basándonos en las conclusiones obtengamos de los que imaginemos y conjeturemos sobre él es hoy imprescindible debido a la velocidad del cambio".