La sargento 'rebelde' del Seprona de Sevilla, María Serrano, le ha metido un gol a la Guardia Civil en los tribunales. En plena batalla judicial con sus superiores, tras una serie de denuncias cruzadas, Serrano ha cogido esta semana un nuevo impulso. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha declarado "firme" su resolución de anular el desalojo de la sargento en un escrito al que ha podido acceder Vozpópuli.
El desalojo había sido ordenado por el coronel jefe de la Comandancia de Sevilla, F.M.M., y ejecutado luego tras un fallo del Juzgado Contencioso Administrativo 12 de Sevilla. El TSJA ha anulado el desalojo esgrimiendo que solo él "puede decidir si a la ejecución" de un desalojo "conviene o no una entrada sorpresiva en domicilio, o si corresponde dar plazo o el señalamiento del lanzamiento". Fue el propio TSJA el que en su momento acordó que Serrano fuera desalojada una vez cesada de destino, pero la ejecución de esa sentencia precisa de otro proceso judicial por parte del mismo tribunal toda vez que varios de los procedimientos que involucran a Serrano siguen abiertos, explican fuentes jurídicas.
Así, la sentencia del TSJA se apoya en la "falta de competencia y los términos" del auto del juzgado que acordó el desalojo de la sargento del Seprona, que residía en el acuartelamiento de Villanueva del Pítamo.
A preguntas de este periódico, un portavoz de la Benemérita ha respondido que "la Guardia Civil no hará valoraciones de una resolución judicial, a veces se gana y otras se pierde, pero siempre hay que cumplir lo que dicta una resolución judicial". Serrano, dice su abogado, reclamará ahora el realojo y la restitución de daños y perjuicios.
Batalla contra el coronel
La sargento ha denunciado en este medio una campaña de "acoso y derribo" hacia ella que comenzó en el 2013. Serrano denunció entonces a un cabo que presuntamente ejercía de denunciante y a la vez de defensor de empresas multadas con hasta 60.000 euros por tráfico ilegal de productos pesqueros. Desde entonces comenzó a cruzar denuncias con varios de sus superiores, a los que ha acusado de proteger al cabo, que fue finalmente sobreseído por prescripción de la mayoría de los presuntos delitos.
Serrano fue expedientada en varias ocasiones hasta ser desalojada del pabellón en el que vivía. Aseguró entonces que "ni al peor de los etarras se le ha tratado como me han tratado a mí" y achacó lo sucedido a la "inquina personal" que, según ella, le tiene el coronel jefe de la Comandancia de Sevilla. Con este último, ha cruzado varias denuncias, dirimidas esencialmente a través de la jurisdicción militar, y una discusión que Serrano ha calificado de "vejación" y un juez militar como una "riña paternal" del coronel a la Sargento. Esta última le ha denunciado por prevaricación y corre el riesgo de ir a prisión por falsa denuncia.
En esa línea, califica como un "varapalo" lo sucedido este viernes en el Consejo de Ministros. El Gobierno socialista ha aprobado el ascenso del coronel implicado a General de Brigada del Cuerpo de la Guardia Civil.
La batalla promete más capítulos, ya que existen más de diez frente judiciales abiertos para la sargento, pendientes de resolución en el Tribunal Supremo, el Constitucional e incluso en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al que Serrano ha acudido porque considera que en nuestro país sufre "indefensión".