La organización criminal liderada por el sevillano Carlos Garrido Delgado tenía un plan para ganar millones de euros. Secuestró a un informático ruso y a su mujer para conseguir acceder a su cuenta de criptomonedas. Fue imposible. Como un castillo de naipes, uno a uno de los miembros de su banda fueron detenidos. Sin embargo, su líder consiguió huir y llegar a Portugal, donde está siendo buscado por la Policía, según han informado a Vozpópuli fuentes de la investigación.
Los hechos del secuestrador se remontan al 19 de junio de este año. La esposa del informático, también rusa, fue liberada por agentes de la Policía Local de El Campello (Alicante). Iba amordazada en el maletero de un coche. Sus captores se habían hecho pasar por policías y ese domingo secuestraron a la mujer porque su marido se negó a darles las claves de su cuenta de criptomonedas.
La mujer del informático estaba en un maletero atada
Las investigaciones apuntan que este hombre contaba con un gran poder adquisitivo. Su cartera virtual, ya que se dedicaba a la gestión de monederos de criptomonedas, podría superar la cantidad de más de dos millones de euros, según fuentes policiales. Los agentes locales consiguieron detener en el lugar a tres de estos delincuentes.
El secuestro fue planificado al milímetro. Asaltaron al matrimonio ruso en su garaje en la zona del Pau-5 de la Playa de San Juan. Se llevaron a la mujer y el hombre llamó a la Guardia Civil. La mujer estaba en el maletero atada con bridas. Los agentes detuvieron a un hombre y a una mujer que ejercía de intérprete. También se arrestó a otro individuo que huyó a pie en un primer momento y se buscaba un cuarto responsable.
Detenidos el resto de miembros de su banda
Las primeras pesquisas apuntaron a un posible ajuste de cuentas entre mafias rusas. La investigación de este secuestro está siendo desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (U.O.P.J.) de la Guardia Civil de Alicante. En la operación, que se inició en junio por el Equipo de Policía Judicial de San Juan, ya han sido detenidas un total de seis personas, cinco hombres de nacionalidad española, y una mujer de nacionalidad rusa.
Tres de ellos fueron detenidos en Alicante, dos en Huelva, y el sexto en Madrid. El Juzgado de Instrucción número 3 de Alicante es el que entiende de la causa. El matrimonio reconoció a los implicados en el hecho delictivo. Uno de ellos ya ha ingresado en prisión. Intentaron usar todas las tretas para no ser encausados. Se cambiaron su aspecto físico todo lo que pudieron.
Carlos es el único que ha escapado, por el momento, de las garras de la justicia. Sobre él pesa una Orden Europea de Detención. Se le acusa de secuestro, usurpación de funciones públicas y pertenencia a organización criminal.
Dos exguardias en sus filas
Los investigadores creen que de su cabeza salió todo el plan para extorsionar al informático ruso. Entre los miembros de su banda se encuentran dos exguardias civiles que han sido detenidos. Uno de ellos, que ahora es detective privado, le proporcionó información sobre dónde residía el matrimonio, y el otro hacía de su conductor.
Carlos Garrido fue citado a declarar como investigado en este caso, pero no acudió a la cita. Desde ese momento, la Guardia Civil le busca. Tras varios meses sin su pista, los investigadores han solicitado colaboración ciudadana para dar con su paradero, previsiblemente en Portugal.
Puede estar en la frontera con España
La Guardia Civil sospecha que en ahora pueda estar ocultándose en Portugal. Los investigadores creen que este hombre puede estar en una de las ciudades lusas que hace frontera con España y cruzar a menudo la frontera para hacer vida en nuestro país.
Es la segunda vez en pocos meses que la Guardia Civil ha solicitado colaboración ciudadana para dar con delincuentes. El pasado mes de agosto difundió la foto de una pareja de Portugal por estar relacionados con cuatro atracos perpetrados en gasolineras de las provincias de Toledo, Badajoz y Sevilla.
Estos dos delincuentes portugueses fueron calificados de muy peligrosos y contaban con varias sospechas de homicidios a sus espaldas. Se pensó en un primer momento que estaban huyendo a Francia, pero fueron detenidos poco después en el aparcamiento de un centro comercial de Zamora. Uno de los dos ya ha sido extraditado a Portugal mientras que su pareja se encuentra en una prisión española.