Los socios presupuestarios del Gobierno de coalición, Esquerra Republicana (ERC), el PNV y EH-Bildu, no asistirán, como viene siendo habitual, a la recepción oficial con motivo del Día de la Constitución que el Congreso de los Diputados celebra cada 6 de diciembre. Tampoco lo harán Junts, la CUP y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), según informa Europa Press.
En los últimos años ERC, PNV, Bildu y Junts se han ausentado de ese acto institucional alegando que no tienen nada que celebrar, y en 2019 se sumó al 'plante' la CUP —que se estrenó en la Cámara Baja tras las elecciones generales de noviembre de ese año—, y el BNG, que regresó al Palacio de la Carrera de San Jerónimo con un diputado tras varios años sin representación.
Tanto la antigua Convergència, actualmente integrada en Junts, como el PNV enviaron en otras ocasiones algún tipo de representación institucional a esta ceremonia, especialmente en las legislaturas en las que habían logrado algún puesto en las Mesas del Congreso o del Senado. Sin embargo, ya se han celebrado varias ediciones sin la presencia de ambos partidos.
Las formaciones que sí acudirán a esta cita serán el PSOE, PP, Vox, Ciudadanos y Unidas Podemos. También se prevé la presencia de varios representantes del Grupo Mixto, del que, aparte de la CUP, forman parte Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, el Partido Regionalista Cántabro, Nueva Canarias, Foro Asturias y Teruel Existe. Está por ver qué hará Más País y Compromís.
El acto de este año tendrá lugar días después de que el Congreso apruebe los Presupuestos Generales del Estado para 2021, con el apoyo precisamente de quienes mantienen un año más su boicot a esta ceremonia institucional con motivo del cuadragésimo aniversario de la Constitución de 1978.
El acto, en el exterior del Congreso
Precisamente este año, la segunda ola del coronavirus ha obligado a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a trasladarla al exterior de la Cámara Baja, previsiblemente a la conocida como Puerta de los Leones.
Habitualmente esta efeméride tiene lugar en el Salón de Pasos Perdidos del Palacio del Congreso, donde cada año suelen darse cita en torno a 700 invitados entre miembros del Gobierno, las más altas autoridades del Estado, así como diputados y senadores.
Sin embargo, las restricciones de aforo que ha traído consigo la pandemia han obligado a la Cámara a pensar un 'plan b' y buscar un espacio que garantice la asistencia de parte de esa representación habitual y la correspondiente distancia de seguridad interpersonal.
Por ello, Batet decidió 'sacar a la calle' el acto, en concreto a la Carrera de San Jerónimo, desde donde se prevé que pronuncie su tradicional discurso con motivo del aniversario de la Constitución ante las entre 200 y 250 personalidades que el Congreso prevé invitar este año.
Año tras año, tras ese discurso de la Presidencia, tenían lugar los habituales corrillos, conversaciones informales entre periodistas y políticos, pero este año el Congreso también ha decidido suprimir esta práctica con el fin de evitar las aglomeraciones y, con ellos, los riesgos de contagio de covid.
Sin jornadas de puertas abiertas
La evolución de la pandemia también ha provocado que el Congreso haya tenido que descartar este año las Jornadas de Puertas Abiertas que se celebran cada año en torno al 6 de diciembre. Estas jornadas, puestas en marcha cuando Federico Trillo ocupó la Presidencia de la Cámara, se vienen realizando desde 1997, por lo que, de celebrarse, la de este año habría sido la edición vigésimo cuarta.
Se trata de la segunda ocasión en 23 años que el Congreso se ve obligado a suspender este tradicional evento. La primera vez fue en 2012, cuando el entonces presidente, el 'popular' Jesús Posada, decidió no celebrarlas como consecuencia de las obras que se realizaban en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo.