Los españoles viven rodeados de problemas y dificultades en su día a día. No solo con la situación política, también a la hora de hacer la compra. El aceite de oliva, tesoro nacional de nuestra gastronomía, se ha vuelto el elemento más caro para repoblar nuestra nevera. De septiembre de 2021 a esta parte, la cesta de la compra se ha encarecido un 28,4%. Una subida inasumible para la frágil economía de muchos ciudadanos.

Si vamos alimento por alimento, basándonos en el listado compartido por Datadicto en su cuenta de 'X' (antes Twitter), nos encontramos con auténticas salvajadas. En los últimos 24 meses, el azúcar ha subido un 60,4%; la mantequilla, un 47,2%; la leche entera, un 40,1%; los huevos, un 37,2%. La carne de porcino y el pescado, elementos básicos en la dieta mediterránea, un 27,7% y 24,8%, respectivamente.

En total, se acumulan 24 meses de subidas, algo que ya contamos en Vozpópuli. Si echamos la vista atrás, no encontramos un encarecimiento tan prolongado de los alimentos en toda la serie del Índice de Precios de Consumo (IPC), que arrancó en 1993. La subida más larga en 30 años.

La última bajada fue en septiembre de 2021, instante que los españoles tuvieron un respiro en su cuenta corriente. Desde entonces, productos básicos de alimentación y bebidas no alcohólicas han crecido un 26%. Este mismo año, en 2023, los precios subieron un 0,5%, el doble que en agosto. En el resto de septiembres, entre 2010 y 2019, la media fue de bajada, en concreto, del -0,1%.

El aceite de oliva, en la diana

A la preocupación por el encarecimiento desmedido de los alimentos se suma que el aceite de oliva, producto elemental de nuestro día a día, ha subido un 100,7% en los últimos 24 meses. Cuando los consumidores se dirigen a los distintos supermercados, se encuentran con un hecho muy llamativo.

El precio del envase de 1 litro de aceite de virgen extra cuesta 9,25 euros en las llamadas marcas blancas de Alcampo, Aldi, Carrefour, Día, Eroski, Hipercor, Lidl y Mercadona. Un hecho que han denunciado ante el Ministerio de Consumo y a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).

Según dice la nota publicada en su página web, FACUA alega que estas subidas "no responden a incrementos de precios en origen y ponen de manifiesto una estrategia paralela de fijación de precios que la asociación". Hecho que han denunciado "ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a fin de que abra una investigación e intente averiguar si existe un pacto entre las grandes cadenas de distribución", señala FACUA.

"A día de hoy, el precio de la botella de 1 litro de aceite de oliva virgen extra es idéntico en las marcas blancas de Alcampo, Aldi, Carrefour, Día, Eroski, Hipercor, Lidl y Mercadona. Ocurre lo mismo con los envases de 3 litros y en los de 750 mililitros la diferencia máxima es de solo 1 céntimo. En cuanto a los aceites de oliva virgen, los precios también están calcados en las botellas de 1 y 3 litros de las cadenas que los comercializan bajo marcas propias", continúa la asociación.

Vozpópuli ha hablado con Rubén Sánchez, líder de FACUA, quien nos cuenta que, al respecto del aceite de oliva de marca blanca, "es pronto para que competencia nos conteste públicamente". Las denuncias, comenta Sánchez, "no serían por un posible pacto colusorio, sino por subidas de márgenes ilegales, ya que en este 2023 está prohibido subir márgenes en los alimentos afectados por la rebaja del IVA".

"Llevamos desde septiembre denunciando ante Consumo, aunque aún sin ninguna contestación. Hemos denunciado a 8 cadenas de supermercados, el 52% de los precios de los mil precios que miramos en cada superficie ha subido desde enero. Si las subidas responden a subidas de costes, no pasa nada, pero si responden a subidas de márgenes de beneficios para el supermercado o fabricante sería ilegal".

Consumo dice que la competencia es cosa de la CNMC, pero solo en el posible pacto de precios, no así en los márgenes, que recae en Consumo y no en Agricultura. Desde la CNMV, también contactada por este periódico, y en consonancia con lo dicho por Sánchez al respecto, la comisión se manifestará "cuando se analice la denuncia, momento en el que haremos un comunicado".

La investigación sigue en curso, tratando de dilucidar si existe un pacto colusorio o no, que es donde podría actuar competencia. En sus manos está ver si es legal o no esa "falta de competencia". Lo único real y tangible es que los españoles continúan desangrándose cuando llenan la nevera, especialmente con el aceite de oliva virgen extra. Circunstancia que no tiene pinta de cambiar a corto y medio plazo.

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