El semanario británico The Economist dedica esta semana un artículo al deterioro de la pandemia de coronavirus y de la economía en España en los últimos meses, "el país con el peor récord en ambos aspectos". Su diagnóstico apunta directamente a la "venenosa" clase política española como responsable.
En un artículo titulado "La venenosa política ha empeorado la pandemia y la economía en España", The Economist comienza destacando el incremento de la presión en las UCI de los hospitales de la Comunidad de Madrid, a la que señala como "la región más golpeada de Europa" en la actualidad con una incidencia de 784 casos por cada 100.000 habitantes.
"Esto es sólo una parte de un fracaso a nivel nacional. El pasado 5 de julio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, proclamó que se había 'derrotado al virus y controlado la pandemia'. Sin embargo, el país es de nuevo el foco más negro de coronavirus en Europa", indica el artículo.
El texto señala como responsable al Gobierno de Sánchez y a la oposición del PP como corresponsables del fracaso. También a los partidos nacionalistas vascos y catalanes por haber presionado para que se levantase el estado de alarma y recuperar las competencias autonómicas.
"Sánchez les entregó el control de la epidemia y se fue de vacaciones. Las comunidades autónomas fracasaron a la hora de reforzar la atención primaria y los rastreos", añade el semanario. "El verano hizo el resto: siguiendo el triunfalismo de Sánchez, los españoles volvieron a su feliz convivencia habitual en bares, discotecas y reuniones familiares", indica.
Crisis económica
El semanario británico añade que el fracaso a la hora de mantener bajo control la pandemia ha cortado la recuperación económica y destaca que la contracción del PIB prevista, por encima del 13%, es la peor de todo el continente. También destaca el golpe que los rebrotes han asestado durante el verano al sector turístico y que al menos 60.000 de los 315.000 bares y restaurantes del país han tenido que echar el cierre.
En este sentido apunta que, a pesar de que el Gobierno confía en que la ayuda de la UE servirá para recuperar el crecimiento económico, la mayor parte de los fondos europeos no llegarán hasta 2022; algo que "estará ligado a la puesta en marcha de reformas en materia laboral, pensiones, educación y formación".
"Lograrlo requerirá un consenso político que es escaso. Sánchez ha pedido reiteradamente unidad nacional, para que inmediatamente después sus ministros claven el cuchillo a la oposición", indica 'The Economist'. "Sus relaciones con Pablo Casado, líder del PP, están marcadas por la desconfianza mutua", añade el artículo, que también destaca que aunque Sánchez logre aprobar los presupuestos y permanecer en Moncloa hasta 2023, la presencia de Podemos en el Gobierno mantiene en la incertidumbre al sector privado y a las empresas.