En febrero de 2012 la Policía Nacional detuvo en Valencia a cuatro presuntos miembros de un grupo criminal llamado Los Tigres de Arkan. Los arrestados eran Vladimir Milisavljevic, Vladimir Mijanovic, Sinisa Petric y Luka Bojovic. Este último era el cabecilla del clan serbio. Además, poco después de las detenciones se publicó con profusión en todos los periódicos e informativos que los detenidos del grupo mafioso eran responsables de asesinar, triturar, engullir y tirar al río Manzanares de Madrid a otro de ellos, Milan Jurisic. Un caso de canibalismo que escandalizó a la opinión pública. Sin embargo, la Audiencia Nacional acaba de exonerar a los acusados de esa terrible muerte. ¿Por qué? La respuesta es que existen dos versiones opuestas sobre el brutal asesinato. Y una de ellas apunta a otro miembro del grupo llamado Sretko Kalinic, conocido como Kasapin (Carnicero), como presunto autor material. La clave está en una carta manuscrita encontrada por los investigadores.
Los Tigres de Arkan es el sobrenombre de una organización ultraderechista serbia que sería responsable de multitud de asesinatos, entre ellos el del primer ministro serbio Zoran Djindjic en 2003. Un grupo muy peligroso y violento, en definitiva, que después se reconvirtió en una mafia llamada Clan Zemun. Por ello, sus integrantes eran buscados constantemente por la Policía de su país de origen. Tanto es así que cuando se conoció la operación policial el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, viajó a Belgrado, donde recibió un homenaje de las autoridades de la antigua Yugoslavia.
Una de las pruebas principales para incriminar a los arrestados fue el hallazgo en la casa de Valencia de una carta manuscrita en la que se narraba el crimen. Y es que en dicha carta se explicaba al detalle el asesinato
Homenajes aparte, el caso es que Bojovic y sus tres compinches fueron aprehendidos por la Policía Nacional en un piso de Valencia a principios de febrero de 2012. Unos días después, tras analizar la documentación hallada en la vivienda y tras recibir información de las autoridades serbias, los investigadores concluyeron que en marzo de 2009 había acaecido un salvaje crimen en un inmueble de Madrid. En concreto, el asesinato se habría perpetrado en un piso sito en el número 16, segundo piso, de la calle Lago Salado. Es decir, en el barrio de Ciudad Lineal de la capital. Una de las pruebas principales para incriminar a los arrestados fue el hallazgo en la casa de Valencia de una carta manuscrita en la que se narraba el crimen. Y es que en dicha carta se explicaban todos los macabros detalles del asesinato.
Asesinado a martillazos
Según la información de los agentes y según trascendió en los medios, la víctima era Milan Jurisic, que tambiérn era miembro del clan. En concreto, fue asesinado a martillazos en el curso de una discusión mantenida en el piso de la madrileña calle Lago Salado. Después, los integrantes del grupo mafioso decidieron deshacerse del cuerpo para no dejar rastro. En concreto, trasladaron el cadáver a la cocina y utilizaron una sierra de madera y una máquina trituradora. Tiraron las vísceras trituradas por el inodoro. Finalmente, uno de ellos trasladó los restos óseos al río Manzanares: cogió su bicicleta y a la altura del puente de Reina Victoria tiró los huesos al agua. Aunque, eso sí, también cocinaron y engulleron partes del cuerpo, según se publicó en diversos medios. Espeluznante relato cuya verosimilitud se comprobó, en parte, cuando la Policía encontró en el Manzanares huesos del hombre asesinado.
La duda estriba en saber quién mató a Jurisic. Y existen dos respuestas contradictorias entre sí que se pueden resumir así: fue Bojovic o fue Kalinic
Según consta en la sentencia como hecho probado, en la vivienda donde se cometió el asesinato vivían en aquel momento, además de la víctima, otras cuatro personas: el cabecilla del grupo, Luka Bojovic, los también detenidos y juzgados Vladimir Milisavljevic y Vladimir Mijanovic, y, por último, Sretko Kalinic. La duda estriba en saber quién mató a Jurisic. Y existen dos respuestas contradictorias entre sí que se pueden resumir así: fue Bojovic o fue Kalinic. Una incógnita que los jueces no han podido resolver.
Otro testimonio y dos versiones
En un primer momento, las pesquisas recabadas por los policías y el juez instructor, Fernando Andreu, apuntaban a Luka Bojovic como autor. Él habría asesinado a su compañero de clan por desavenencias personales y él habría participado en el proceso de descuartizar el cuerpo inerte. Y lo habría hecho precisamente junto a Kalinic. Fue este último quien así lo afirmó ante las autoridades serbias a finales de 2012. Una declaración en la que estuvo presente el propio juez español.
Pero también ante las autoridades serbias e igualmente con presencia del juez Andreu hubo otro testimonio decisivo para dar un giro a la causa. El serbio Milos Simovic aseguró ante la Fiscalía de su país que era el autor de la misiva manuscrita encontrada por la Policía en el piso que el clan tenía en Valencia. Según la versión de Simovic, fue Kalinic quien perpetró el crimen. Durante el juicio oral, Simovic declaró nuevamente que la carta era obra suya y que escribió en ella cómo había sido el asesinato porque el propio Kalinic le había contado con todos los detalles cómo había perpetrado el crimen. De hecho, en la vista oral se supo que el tal Kalinic, alias Kasapin (Carnicero), había asesinado a otra persona con los mismos métodos años antes.
La sentencia, sin culpable del crimen
Así las cosas, los jueces consideran probado que Milan Jurisic fue asesinado en la vivienda de Madrid, pero no pueden asegurar que el autor sea el cabecilla de Los Tigres de Arkan
La sentencia de la Audiencia Nacional, firmada por los jueces Guillermo Ruiz Polanco, Ángeles Barreiro y Carmen Lamela, considera probado que entre las nueve y las diez de la noche del día 5 o 6 de marzo de 2009 "se produjo la muerte violenta de Milan Jurisic a manos de uno de los ocupantes de dicha vivienda mediante repetidos golpes en la cabeza efectuados con un martillo que determinaron su fallecimiento". El fallo de los magistrados estipula que "la sala no puede concluir en afirmación inequívoca que atribuya a L. Bojovic la muerte de M. Jurisic, existiendo otra posible dirección a la que apuntan los resultados de las pruebas practicadas".
Así las cosas, el líder del clan mafioso ha sido absuelto del delito de asesinato. Eso sí, Bojovic y sus tres compinches irán a la cárcel. Los jueces les han condenado a penas de entre cinco y 21 años de cárcel, como recogió Europa Press. En concreto, el tribunal condena a Vladimir Milisavljevic a 21 años de cárcel; a Luka Bojovic, a 18; a Sinisa Petric, a 15; y a Vladimir Mijanovic, a cinco. Eso sí, seis años después de aquel terrible crimen, queda la duda sobre quién lo cometió y sobre si se llevaron a cabo o no prácticas caníbales.