El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha admitido que en otoño de 2017 lo pudo hacer mejor, pero ha alegado que en los tres años apartado de la jefatura ha llevado a cabo un aprendizaje para "no cometer los mismos errores" y mejorar sus relaciones con otras instituciones.
En su primera intervención tras ser restituido como jefe de los Mossos, acompañado por el conseller de Interior, Miquel Sàmper, y una treintena de mandos del cuerpo, Trapero ha anunciado que hoy mismo ya ha hablado con el general de la Guardia Civil en Cataluña y el comisario jefe de la Policía Nacional para ponerse a su disposición y que ha encontrado "la mejor de las respuestas".
Trapero ha reconocido que en otoño de 2017, antes de ser apartado de la jefatura del cuerpo en aplicación del 155, todos lo pudieron hacer mejor, él el primero, y ha garantizado que estos tres años apartado del mando de los Mossos, en una situación "compleja y difícil", en vez de hundirle, le han servido para reflexionar, pensar e intentar crecer en el ámbito personal, lo que le ayudará a superarse profesionalmente, por lo que se centrará en mejorar sus relaciones personales con otras instituciones.
El mayor se ha reunido en el complejo central Egara de los Mossos con los principales comisarios e intendentes del cuerpo, entre ellos los tres mandos que han dirigido a la policía catalana desde su destitución en aplicación del 155: Ferran López, Miquel Esquius y Eduard Sallent, a quienes ha asegurado que el cuerpo está "eternamente agradecido" por su labor en momentos de "gran dificultad".
Agradecimiento por estos tres años
Gracias al trabajo que López, Esquius y Sallent han hecho estos tres años, los Mossos han ido recuperando la confianza institucional que se resquebrajó en otoño de 2017, según Trapero, por lo que ha prometido ahora intentará "mejorar" sus relaciones con la judicatura, otros cuerpos policiales y demás instituciones: "No quedará por mi parte, dedicaré todo mi trabajo y saber hacer".
"En aquellas fechas (otoño de 2017), todos lo pudimos hacer mejor, y en primer lugar, yo. No me cuesta rectificar. Tres años apartado (en que ha sido juzgado y absuelto por la Audiencia Nacional de los delitos de sedición y desobediencia ) me han servido para reflexionar, pensar e intentar crecer en el ámbito personal. No me cuesta decirlo: todos lo podíamos haber hecho mejor y yo el primero", ha indicado Trapero, que desde que fue destituido sólo había hablado públicamente en el juicio a la cúpula del procés en el Supremo y en el suyo en la Audiencia Nacional.
Ha recordado que tanto en el Supremo como en la Audiencia Nacional entonó el "mea culpa" por cosas que hizo en 2017 y en las que cree que se había "equivocado": "En algún momento, mi defensa de los Mossos no fue bien entendida, no ayudé a que se entendiera bien, lo que provocó que se complicarán las relaciones personales".
"Una persona al frente de 17.000 agentes tiene que velar más de lo que yo lo hice en aquellos días para cuidar estas relaciones personales y esta interlocución, es un ámbito claro de mejora", ha admitido Trapero, que sin mencionarlo se refería a sus encontronazos con el responsable del dispositivo para evitar el 1-O, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos.
"Quizá tenemos que ser más claros"
En este sentido, ha recordado que se recriminó a los Mossos por dar la imagen de que no estaban haciendo lo que realmente hacían -en referencia a evitar el 1-O-, aunque ha destacado que su absolución por parte de la Audiencia Nacional ha validado su actuación.
"Quizá tenemos que ser más claros, no en el mismo ámbito (en referencia a los hechos de otoño de 2017) porque esperemos que esto no se dé nunca más, pero que nuestras actitudes no den pie a una mala interpretación, tenemos que ser más claros", ha enfatizado.
Por este motivo, ha destacado que además de hablar con los máximos responsables de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Cataluña también se ha puesto en contacto con sus responsables en Madrid para verlos y mostrarles su respeto, al igual que hará con la judicatura.
A preguntas de los periodistas, ha explicado que decidió aceptar la oferta para volver a comandar el cuerpo tras resolver algunas "dudas" que tenía, tanto en el ámbito personal como en el profesional, donde se ha sentido acompañado en su decisión por varios mandos de los mossos.
Dudas sobre la relación entre la policía y la política
En este sentido, ha precisado que sus dudas se centraban especialmente en la relación entre la policía y la política, aunque cree que la sentencia de la Audiencia Nacional les ayuda a definirlo con claridad: la dependencia gubernativa para definir las políticas para afrontar la criminalidad, la autonomía del cuerpo policial en el ámbito técnico y la dependencia a la autoridad judicial y la Fiscalía en su ámbito como policía judicial.
"Esto siempre ha estado claro y siempre ha sido así, pero ahora está más claro", ha resaltado Trapero, que ha desvelado que antes de aceptar su restitución habló de este tema con el conseller y que al ver su compromiso en este sentido la solución fue "rápida".
Por otra parte, el mayor ha indicado que aún no ha podido analizar si reestructurará la área de mando de los Mossos, aunque ha garantizado que los jefes del cuerpo en este trienio, López, Esquius y Sallent, así como uno de los miembros de la prefectura de su época, Joan Carles Molinero, ahora en Tráfico, tendrán un lugar en la estructura donde se puedan aprovechar sus "potencialidades".