A la plataforma Tsunami Democràtic no le parecía suficiente con colapsar el servicio aéreo de El Prat y, a media tarde de este lluvioso lunes, comenzaba a tomar vuelo otro ambicioso llamamiento: saturar los accesos por carretera al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con una flota de nada menos que 1.200 automóviles.
Lejos de ir sobre ruedas, el tsunami independentista se ha quedado en espuma de mar. Acaso en marejadilla. Después de haber conseguido que miles de personas hayan obstruido las entradas al aeródromo barcelonés, el movimiento aspiraba a violar el espacio aéreo y liarla en la capital de España.
Sobre las 19.00 horas de la tarde, la plataforma ha difundido un comunicado en el que decía que "a través de una acción sorpresa que ha comenzado hace pocos minutos, Tsunami Democràtic ha desplazado miles de vehículos a las inmediaciones del aeropuerto de Barajas con el objetivo de hacer llegar la movilización a la capital de España".
Era otras de sus respuestas a la sentencia del procés: pedir a los vecinos de Madrid que se sientan "indignados" con el fallo del Tribunal Supremo que acudan a la convocatoria para reclamar una "solución política" al conflicto catalán que pase por "el diálogo y la negociación". Pero los madrileños bastante tenían ya con los habituales atascos que se generan en hora punta y que empeoran cada vez que hay lluvia.
Azafatas: "Nos ha llegado por WhatsApp"
Dos azafatas de Ryanair cogían la línea 8 del metro en dirección a Madrid-Barajas. "Nos ha llegado el rumor de que podía pasar lo mismo que en Barcelona y hemos decidido coger transporte público para no llegar tarde a coger el vuelo", han explicado a Vozpópuli algo apuradas. ¿Algún mensaje oficial por parte de su compañía? "Ninguno. Lo están pasando por un grupo WhatsApp que tenemos entre algunos compañeros", aclaran.
En la Terminal 1, la primera de las cuatro con la que uno se topa al salir de la capital, una pareja de vigilantes de seguridad ni siquiera se han enterado de nada. "Yo es que no soy muy de redes sociales", advierte uno de ellos. "Aquí todo está funcionando con normalidad", comenta su colega.
Con ellos coincide la Policía. "Todo transcurre con normalidad. No hemos visto absolutamente nada fuera de lo normal, salvo un poco más de atasco", señala un agente al que han enviado tras el llamamiento independentista a colapsar el aeropuerto madrileño. En total, solo había cinco furgonetas de la Policía, un coche patrulla y unos cuantos medios de comunicación que han constatado que el tsunami automovilístico ha pinchado rueda en todas las terminales.