La noticia de la muerte del escritor Fernando Sánchez Dragó ha sido repentina. Este lunes, sus familiares confirmaban que había fallecido como resultado de un infarto alrededor de las 10 de la mañana en su casa de la localidad soriana de Castilfrío. Dragó, poco antes de morir, había publicado una foto en la que aparecía él con un gato en la cabeza: "El gato Nano me da los buenos días. Él sabe que en la cabeza está el secreto de casi todo". La hora de publicación de la foto ha sido a las 9:46 y el aviso a los Servicios de Emergencias de Castilla y León se ha dado a las 9:57. Es decir, la foto fue publicada 11 minutos antes del paro cardíaco.
Dragó deja una larga trayectoria literaria y numerosas polémicas. El autor suma más de 40 libros publicados, un centenar de países visitados, polémicas sexuales, filosofías orientales y una búsqueda de la eterna juventud. Nacido el 2 de octubre de 1936 en Madrid, este escritor y periodista, que se declaraba soriano de adopción, aseguraba que todo lo que hizo en la vida fue para escribir, de tal forma que sólo la vocación literaria era para él lo categórico. Lo demás, decía, eran anécdotas.
Escribir 365 días al año, como aseguraba, le dejó tiempo no obstante para crear su "elixir de la juventud": Con 80 años decía tomar una media de 70 pastillas al día, eso sí, de productos naturistas para luchar contra los estragos del tiempo, en una doble vocación "de curandero y cobaya". Y cuando a esa avanzada edad decía vivir como a los 20 años, llevando una "vida peligrosa" porque la juventud era para él "una vocación".
Licenciado en Filología románica y lenguas modernas (italiano), en 1967 se trasladó a Japón para impartir clases en la Universidad de Lenguas Extranjeras "Gaigo Daigaku" y de Historia del Pensamiento Español en la Imperial de Tokio, así como en la Escuela diplomática nipona. Entre los setenta y ochenta fue profesor de Lengua e Historia de España en las universidades de Dakar (Senegal), Fez (Marruecos) y Amman (Jordania), Nairobi (Kenia), Imperial de Tokio y Nacional de Tsukuba (Japón). También fue corresponsal de prensa en varios países. En su oficio de escritor obtuvo el Premio Nacional de Ensayo (1979) y el Premio Planeta (1992) y practicó varios géneros literarios.