Un ciudadano de Aldea del Fresno (Madrid) ha sido condenado por un juzgado de Móstoles a cuatro años de prisión, inhabilitación para ejercer el voto, multa de treinta meses y pago de las costas por haber construido su parcela en un terreno calificado como no urbanizable y protegido. La sentencia declara probado que esta persona, que responde a las iniciales E.A.C., hizo un cerramiento de su parcela del camping Caravan y construyó sin licencia una casa con ladrillo y hormigón e hizo una piscina y una barbacoa.
La finca, que había sido propiedad del Marqués de Griñón, fue troceada y vendida en 470 parcelas a otras tantas familias para que pudieran instalar sus caravanas o tiendas de campaña. Pero desde hace 25 años los ciudadanos no tuvieron en cuenta las normas urbanísticas y de protección al medio ambiente e hicieron cerramientos de sus parcelas. Algunos construyeron chalets y piscinas. Se calcula que en esta zona de Aldea del Fresno hay más de trescientas piscinas, la mayor concentración por metro cuadrado en la Comunidad de Madrid.
Se calcula que en esta zona de Aldea del Fresno hay más de trescientas piscinas, la mayor concentración por metro cuadrado en la Comunidad de Madrid
La zona donde se han construido las casas y piscinas es, según el juzgado, zona de especial protección de aves, lugar de interés comunitario, espacio natural protegido… El juez considera que se han destruido puntos de nidificación, cría y se ha producido impacto visual.
El condenado ha recurrido la sentencia que le llevaría a la cárcel en caso de que sea refrendada por la Audiencia Provincial. Pero sus vecinos están muy preocupados. El problema, que es grave, lo es más por cuanto el fiscal de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha iniciado los trámites y ha denunciado ya a unos 30 o 40 vecinos más. Hay una enorme preocupación en las familias que habitan en esa zona. Lo que comenzó a ser un camping se convirtió poco a poco en una urbanización en la que hay casas, cerramientos, y todo tipo de edificaciones y barbacoas, algo que prohíbe la ley. Empezó a ser zona de vacaciones y hoy viven todo el año decenas de personas.
Los vecinos tuvieron hace algunos días una asamblea y para el domingo está prevista otra a la que acudirá el alcalde de la localidad, Guillermo Celeiro (PP) que expresó a Vozpópuli su “preocupación extrema” por la situación que se produce entre sus vecinos. La mayor parte reconoce que ha cometido errores, pero ninguno suponía que iba a tener la repercusión que ha alcanzado.
Lo que comenzó a ser un camping se convirtió poco a poco en una urbanización en la que hay casas, cerramientos, y todo tipo de edificaciones y barbacoas, algo que prohíbe la ley
Fuentes municipales indicaron que esperaban que las consecuencias fueran tirar la casa, o cubrir la piscina, pero no la cárcel. Pero se ha cometido un delito penal que se castiga en muchos casos con prisión.
Reuniones con la Comunidad
El alcalde se reunirá este viernes con responsables de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid para intentar buscar una solución al “grave problema que se produce porque muchas personas no tienen recursos para demoler el lugar donde viven y pagar la multa”.
Personas que pertenecen a una de las asociaciones afectadas dijeron que el problema viene desde hace 25 años y culparon a los ayuntamientos de la dejación, ya que no impidieron que se hicieran todo tipo de construcciones. “Alguna vez han parado alguna valla, pero poca cosa”, añadieron.
Igualmente dijeron que se han dado algunas licencias y se ha pagado IBI urbano, lo que demuestra la confusión en la que se ha desenvuelto este camping.