Con la sentencia del caso Nóos la historia de la justicia española marca un nuevo hito. Lo que hace una década hubiera sido impensable –la imagen de una hija y hermana del Rey sentada en el banquillo de los acusados- quedará plasmado en los más de 500 folios que hará públicos este viernes la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares.
Las magistradas Samantha Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín han estado meses trabajando en silencio en dicho fallo. No ha habido apenas filtraciones porque las tres juezas, conscientes de gran expectación que ha despertado en España el caso Nóos, han guardado el máximo sigilo posible con el fin de no contaminar el procedimiento ni perjudicar a los ilustres encausados.
En total, 17 personas esperan conocer su destino procesal a mediodía de este viernes. Sin embargo, del banquillo retratado en el juicio del caso Nóos dos rostros sobresalían entre el resto: la infanta Cristina de Borbón y Grecia e Iñaki Urdangarin.
El ex Duque de Palma se enfrenta a una petición de condena de 19 años y 6 meses de prisión por parte de la Fiscalía Anticorrupción por haber cometido presuntamente delitos de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad, dos delitos contra Hacienda y blanqueo cuando estuvo al frente de una institución sin ánimo de lucro como era el instituto Nóos.
A su esposa solo la acusa el sindicato Manos Limpias, que pidió para la hermana de Felipe VI una condena de 8 años de cárcel por colaboración en dos delitos fiscales cometidos presuntamente por Urdangarín a través de la sociedad pantalla Aizoon.
La única acusación de Manos Limpias
La acusación de Manos Limpias contra la infanta convenció al juez José Castro, instructor del caso Nóos, de que la infanta debía sentarse en el banquillo. Había al menos indicios para juzgarla porque Castro siempre ha pensado que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley. Meses después de aquel histórico auto de apertura de juicio oral saltaría el escándalo en la Audiencia Nacional de las extorsiones llevadas presuntamente a cabo por el sindicato de Miguel Bernad, también en torno a la hermana del monarca español, algo que no impidió a Manos Limpias ejercer de acusación en este procedimiento hasta el final.
Por su parte, el Fiscalía –el fiscal Pedro Horrach- solo la considera responsable a título lucrativo por un importe de 587.413 euros. La infanta ya consignó este importe en la cuenta del juzgado de Castro por lo que si hoy es declara partícipe a título lucrativo su deuda con Hacienda está saldada.
La infanta se enfrenta hasta ocho años de cárcel por ser presuntamente cooperadora necesaria de dos delitos fiscales cometidos por Urdangarín
Entre los principales acusados que conocerán hoy su destino procesal figura el exsocio de Urdangarin, Diego Torres, presunto autor de delitos de prevaricación, fraude, tráfico de influencias, malversación, contra Hacienda, falsedad, estafa, falsificación y blanqueo, para quien Anticorrupción pide 16 años y medio de condena, petición que Manos Limpias eleva hasta los 22 años y medio.
Otro nombre ilustre entre los acusados es el del expresidente del Gobierno y del PP balear, Jaume Matas, quien está acusado de malversación (en concurso con prevaricación y falsedad) y fraude, presuntamente cometidos por contratar con Nóos al margen de la legalidad. El que también fue ministro de Medio Ambiente afronta peticiones de condena de 5 años por parte de la Fiscalía y la Abogacía del Estado en representación de la Comunidad Autónoma de Baleares, y de 11 años por parte de Manos Limpias.
La sentencia, que se conocerá en las próximas horas, ha sido redactada por la presidenta del tribunal , la magistrada Samantha Romero, quien ha guardado a lo largo de todo el proceso silencio sepulcral sobre el sentido del fallo. Éste será recurrible ante el Tribunal Supremo y las principales defensas, aún sin conocerlo, ya han dicho públicamente que es altamente probable que lo recurran. Atrás habrán quedado medio centenar de folios que acapararán este viernes todas las miradas.