Las víctimas del terrorismo aseguran tener motivos más que suficientes para recelar de los últimos movimientos protagonizados por ETA. La organización terrorista hizo público el pasado jueves que sus militantes se encuentran en pleno proceso de votación de un documento en el que la banda apuesta por integrarse dentro de la izquierda abertzale y dejar la anterior fase "definitivamente atrás". Un proceso que ya está en marcha pero cuya integridad se desconoce despertando la inquietud de las víctimas.
Para Florencio Domínguez, experto en terrorismo y director del Centro Memorial de las Víctimas, ETA pretende mantener una dirección clandestina incluso después de disolverse; una intención que la banda terrorista habría ocultado en los documentos dados a conocer el pasado jueves en el Diario Gara.
La disolución llega "858 muertos tarde"
El debate en el seno de ETA comenzó hace meses con la distribución de un documento entre los miembros de la banda en el que los terroristas reconocen no haber conseguido sus objetivos e instan a dar por concluido su “ciclo y función”.
No obstante, los terroristas continúan sin mostrar arrepentimiento por el daño producido y no se atisba ningún interés por parte de la banda en ayudar a esclarecer los crímenes todavía no resueltos. Por eso, a juicio de Domínguez, en declaraciones a EFE, la disolución de ETA “llega tarde, 858 muertos tarde”.
Las víctimas no vamos a permitir un nuevo teatro. Todo esto huele muy mal"
Desde las asociaciones de víctimas temen que detrás de todo esto se esconda algo más: “ETA lleva 7 años de propaganda y nosotros no vamos a permitir un nuevo teatro” afirma Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite, en declaraciones a Vozpópuli.
Ordóñez considera que ETA tiene una hoja de ruta perfectamente planificada y no piensa salirse de ella. Por eso pide al Gobierno que se aplique a fondo para acabar definitivamente con la banda. “Todo esto huele muy mal”, lamenta Ordóñez, que cree que ETA está intentando ganar tiempo para continuar eliminando pruebas de sus crímenes y considera que la “pasividad” del Ejecutivo va a permitir que la banda lleve adelante sus planes.
La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo cree que todo forma parte de la estrategia habitual de ETA que, una vez derrotada, intenta blanquear un pasado plagado de terror. Consuelo Ordóñez recuerda el episodio vivido hace apenas unos días en la localidad guipuzcoana de Andoain, donde centenares de personas homenajearon a dos etarras involucrados en el asesinato de Joseba Pagazaurtundua que acababan de salir de prisión.
“Tienen total impunidad”, lamenta Ordóñez, que se pregunta “cómo reaccionaríamos si se homenajease a un terrorista de Daesh al salir de prisión”.
Denuncia por el homenaje de Andoain
En este sentido, Covite ha presentado este viernes una denuncia ante la Audiencia Nacional contra los presos de ETA Iñaki Igerategi e Ignacio Otaño, que fueron homenajeados en Andoain, al considerar que con el acto conmemorativo se incurrió en un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas, penado en el artículo 578 del Código Penal.