Guillermo Fernández Bueno se escondía entre los bártulos de la furgoneta que conducía su pareja para pasar desapercibido en los controles de la frontera. De este modo, cree la Policía española que el violador fugado de la cárcel de El Dueso (Cantabria) logró cruzar tres fronteras hasta que fue arrestado este lunes cuando trataba de entrar en Gambia. Las autoridades aún no han determinado cuál era su destino final, pero no ocultan que, de haber alcanzado este último país, ya hubiese sido más difícil dar con su paradero a tratarse de un lugar inestable y sin relaciones directas con España.
“Era ella la que daba la cara en los controles fronterizos”, explica el comisario Marcos Frías al frente de la operación dirigida desde la Brigada Central de Crimen Organizado, pero con la colaboración de las fuerzas de seguridad que España tiene repartidas por distintos países del continente africano. Fernández Bueno y su pareja, Elena Ruiz, una voluntaria a la que conoció en la cárcel, abandonaron España entre los días 15 y 22 de julio, fechas en las que él tenía concedido un permiso penitenciario de salida de prisión. Salieron por el sur y cruzaron con la furgoneta de ella a Marruecos, el siguiente destino fue Mauritania y de ahí pasaron a Senegal con dirección a Gambia.
En muchas fronteras africanas, además del pasaporte, es necesario presentar una cartilla de vacunación. La Policía afirma que sólo era ella la que afrontaba estos controles con su pasaporte verdadero. En cambio él se había hecho con un documento que no era el suyo, pero se había preocupado de utilizar la foto de una persona con un aspecto físico similar al suyo. Desde que el vehículo cruzó la frontera con Marruecos ya sabían que la pareja había elegido África para fugarse. "Nos llevaban entre seis y siete días de ventaja", reconoce el comisario Frías.
Futuro inmediato
La cárcel de El Dueso avisó a la Policía de la relación que existía entre ambos por lo que decidieron seguir la pista de la chica para dar con el violador fugado, que ahora se enfrentará a una más que posible condena por quebrantamiento de condena al aprovechar un permiso penitenciario para darse a la fuga. Lo más inmediato tras prestar declaración ante la Policía es que diga si acepta ser extraditado a España de forma inmediata o prefiere ser ingresado en una cárcel de Senegal mientras se tramita el proceso.
El destino de su pareja todavía es incierto y la Policía española se encuentra a la espera de que las autoridades senegalesas le tomen declaración para determinar su nivel de participación, si bien advierten de que en este tipo de situaciones el hecho de que sean pareja obliga a una análisis especial.
Los investigadores no dudan de que el plan estaba planificado desde hace tiempo, incluso desde su anterior permiso de salida de la cárcel, un derecho que tienen los presos cuando han cumplido parte de su condena y cumplen una serie de requisitos. La obtención de un pasaporte falso, la posible colaboración de algún preso al indicarle un refugio seguro, la infraestructura durante todos estos días de fuga son algunos de los aspectos que tiene que analizar ahora la Policía para determinar si el violador de El Dueso contó con algún apoyo además del de su pareja.