España

La violencia de los narcos desatada con el asesinato de los guardias civiles: "Se veía venir desde hace tiempo"

La violencia de los narcos del Estrecho estaba desatada en las últimas semanas con unos delincuentes kamikazes que solo tienen un objetivo: meter los alijos en España "cueste lo que cueste"

  • La narcolancha con la que los narcos embistieron a la Guardia Civil

La violencia de los narcos en Barbate era palpable en las últimas semanas. El asesinato de los dos guardias civiles por una narcolancha es una prueba más de la falta de escrúpulos de los miembros de estas organizaciones criminales que quieren introducir "cueste lo que cueste" los alijos de droga en España. "Se veía venir por las últimas embestidas que han sufrido los compañeros", relata a Vozpópuli uno de los agentes del Instituto Armado que trabaja en Algeciras.

Las actuaciones kamikazes de estos narcos solo tienen una respuesta: la presión que está ejerciendo la Policía Nacional y la Guardia Civil en el Estrecho. Buena prueba de ello es que en los últimos tiempos estaban desplazando sus actuaciones hacia otras zonas del litoral de la costa andaluza. "Habían cambiado su sistema de trabajo", reconoce a Vozpópuli Juan Carlos Domínguez, el delegado de la Comandancia de Algeciras de la Asociación Profesional de Cabos (APC). "Han ido a por ellos. Giran para pillar más velocidad en la embestida. Es un asesinato con premeditación y alevosía".

El conductor de la narcolancha que mató a dos guardias civiles en Barbate
El conductor de la narcolancha que mató a dos guardias civiles en Barbate

¿Quién está detrás de este asesinato?. Los viejos conocidos de siempre. El 'Kiko el Cabra' y su banda. Todos con antecedentes por narcotráfico y desobediencia. Cuando Vozpópuli publicó su imagen al ser detenido por conducir la narcolancha nadie en Barbate se sorprendió. No ocultan los beneficios que consiguen de sus actividades ilícitas. Es más, lo suben y se regodean en las redes sociales.

"Tienen que meter el alijo sí o sí"

A pesar de ello, las intervenciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad les estaba expulsando poco a poco de su territorio. Una situación con la que no tragaban y que no iba a permitir. A más presión policial, su violencia se había desatado en las últimas semanas.

"El aumento de la violencia tiene que ver con que su objetivo es meter el alijo sí o sí y cada vez tenían más trabas gracias al trabajo extraordinario de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Van como unos kamikazes", manifiesta. "Los narcos están desatados. Están contratando gente argelina y de países del Báltico que van a full. En la última lancha aprehendida llevaban AK-47. Ya no es solo hachís, llevan cocaína y no están dispuestos a perder la mercancía", explica otra fuente del Instituto Armado a Vozpópuli.

Para entender la situación actual hay que analizar con qué armas luchan los agentes contra estos narcos. Los delincuentes ahora se permiten el lujo de bajar a la costa a por víveres y por gasolina. Unas 'paradas en boxes' que se multiplican en diferentes puntos de la zona aprovechando el déficit de personal que tiene en estos momentos el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR).

Más penas para los narcos

Una de las ventajas que tienen los narcos son la potencia de las lanchas que tienen un valor estimado que puede superar los 200.000 euros. La embarcación que mató a los dos guardias civiles en Barbate medía once metros y tenía cuatro motores. "Van en un yate", explican fuentes de la lucha contra el narcotráfico.

Además de más medios las asociaciones de los agentes también exigen más efectivos. "La nueva jornada laboral que se aplica desde el pasado 1 de abril pretende que los guardias civiles realicen turnos de trabajo de 24 horas continuadas y que sólo se contabilicen 15h, abonando por las restantes una gratificación económica irrisoria y vergonzosa de unos 3 euros la hora", advirtieron fuentes de AUGC a este medio. El SERMAS es la unidad clave en la lucha contra las narcolanchas por toda la costa española.

Foto del libro homenaje de David y Miguel Ángel.cedida

Para luchar contra estas organizaciones criminales los agentes solicitan de forma desesperada que se cambie la legislación. Necesitan más respaldo. Que se castigue con más dureza el delito de desobediencia y atentado. También, combatir las "gasolineras flotantes" que esperan en alta mar para suministrar las narcolanchas.

Y es que los narcos cada vez están más estructurados y cuentan con una organización más profesional en todas las ramas: la seguridad, el petaqueo, el traslado o la guardería, son algunas de las "patas" en las que tienen lacayos.

Sin patrulleras operativas en Cádiz

"Todo palabras pero la situación no cesa. Los vecinos de Barbate nos dicen que los narcos están como hace 20 años campando a sus anchas", denuncian desde AUGC Cádiz a Vozpópuli. "No hay patrulleras operativas en Cádiz. Los narcos lo saben. Por eso los agentes salieron con una gomita pequeña que no sirve para eso", explican.

Mientras Marlaska defiende que el Gobierno lleva "cinco años implementando los medios materiales y personales necesarios" para luchar contra el narcotráfico todas las asociaciones de la Guardia Civil han firmado un comunicado conjunto en el que niegan estas declaraciones. "¿Cuántos muertos necesita para tomar medidas?", critican las siete entidad con representación en el Consejo. Exigen al ministro que tome las medidas suficientes o dimita.

Los dos héroes víctimas de los narcos

Los últimos dos héroes de la Guardia Civil en su lucha contra los narcos son David y Miguel Ángel. David, agente del GAR, de 43 años, nacido en Barcelona, deja mujer y dos hijos. Miguel Ángel, agente del GEAS, de 39 años, natural de San Fernando (Cádiz), con pareja y una hija a su cargo. Eran dos "apasionados por su trabajo que no han dudado en dar su vida por la libertad".

Se da la circunstancia de que el cabo Miguel Ángel llevaba dos días en su puesto en Algeciras. Los dos estaban implicados en la lucha contra los narcos de Barbate. Dejan un vacío inmenso. "Estamos destrozados", explican fuentes del Instituto Armado. A pesar de este duro golpe, los agentes no cesarán en su empeño de combatir la nueva violencia de los narcos.

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