Moncloa prosigue en su empeño por encumbrar a Yolanda Díaz. El núcleo duro del presidente del Gobierno ha descartado que la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, compareciera este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para presentar la ley de Familias, impulsada por su departamento, que se aprueba en segunda vuelta. En su lugar, aparecerá el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, cuyo ministerio también ha participado en el desarrollo de la norma. Fuentes gubernamentales, no obstante, alegan que Belarra ya presentó la norma en primera vuelta y, por tanto, no supone discrimnación alguna.
Y todo pese a que, según ha sabido este diario, la dirigente morada solicitó la semana pasada aparecer ante los españoles para anunciar los detalles de su una de sus normas estrella. Las fuentes consultadas por Vozpópuli explican el cabreo y el sentimiento de menosprecio que siente Belarra. Especialmente tras la "alfombra roja" que Pedro Sánchez puso a Yolanda Díaz durante la moción de censura y que sirvió de 'investidura' para su proyecto político.
Este domingo, Yolanda Díaz anunciará en Madrid que será candidata a la presidencia del Gobierno. Y en los planes de Sánchez no pasa que Podemos intente derribar la imagen que Díaz se ganó en el Congreso durante su enfrentamiento dialéctico con el candidato de Vox, el economista y excomunista Ramón Tamames. Los morados intentan que Yolanda Diaz, con quien intentan negociar un acuerdo bilateral para la celebración de unas primarias que entronicen a la vicepresidenta, se revuelven contra cualquier gesto de Sánchez en favor de su número tres y en detrimento de Podemos.
Negociación enqusitada
Mientras, la situación entre Díaz y Podemos se enquista. Según los morados, Díaz no quiere llegar a un acuerdo bilateral sobre las primarias y quiere que sean todos los partidos los que decidan cómo se deciden los puestos en las listas electorales. El plan de Podemos pasa porque esas elecciones sean la fórmula con la que lograr el poder que ellos creen que merecen. El equipo de Díaz, por su parte, asegura que ha ofrecido a Podemos firmar una declaración política en la que dejar claro el compromiso de la vicepresidenta con las primarias. Pero rechazan la premura morada porque creen que debe ser todos los que pacten las condiciones concretas.
Podemos está en jaque. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz orquestaron la semana pasada en la moción de censura impulsada por Vox la 'investidura' de la vicepresidenta segunda como presidenciable. Como ya contó este diario, los morados se llevaron un cabreo considerable. No porque no quieran que Yolanda adquiera ese perfil, sino porque destroza la negociación interna y los equilibrios que llevan con Yolanda Díaz para encajar sus rostros en el proyecto y en la lista de la ministra de Trabajo.
La izquierda a la izquierda del PSOE vislumbra la madre de todas sus batallas internas. Falta menos de una semana para que Yolanda Díaz anuncie en Madrid su candidatura a la presidencia del Gobierno. Sumar, su prepartido, comienza a carburar. El problema es que las negociaciones con el resto de partidos están siendo muy difíciles. Podemos es el partido más belicoso, ya que insiste en lograr un acuerdo bilateral con la vicepresidenta para pactar unas primarias abiertas que resuelvan las listas electorales. Y ni Yolanda Díaz ni el resto de fuerzas que se diluirán en Sumar están por la labor. Mientras, Pablo Iglesias, consciente de su papel de activista, aprovecha sus huecos mediáticos para bombardear a su sucesora.
Beeblebrox
Hay mucho más en juego de lo que parece. Iglesias tiene un acuerdo sólido con ERC y ETA para actuar en bloque y obligar al PSOE a desmontar la democracia si no quiere perder los sillones desde los que se pagan las nóminas, las comisiones y las fulanas, que es lo que les va. Mucha gente en la extrema izquierda ni se ha enterado del objetivo que se busca y simplemente se conformarían con tener su turno en la mamandurria pero sin peligrosas aventuras golpistas. El sanchismo no tiene valor para renunciar al sillón, así que su esperanza para conservarlo es prescindir de Iglesias y sus planes es que la Nancy sindicalista arrastre los suficientes votos de extrema izquierda para no necesitar a los golpistas. Si no lo consigue nos despertaremos en Cuba inmediatamente después de las elecciones