España

Yolanda Díaz presiona a Podemos por miedo a la ruptura: "Llegad a un acuerdo con el PSOE"

La vicepresidenta segunda no oculta su cabreo con los morados, a quienes dijo veladamente que "sin ruido se trabaja muchísimo mejor". Los de Ione Belarra le pidieron explicaciones

  • La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en Moncloa. -

Yolanda Díaz se ha hartado de la crisis del 'sí es sí'. La vicepresidenta segunda del Gobierno culpa a socialistas y morados del enquistamiento en las negociaciones. Pero presiona a Podemos para que paren el ruido. Este mismo martes, en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, la 'dama roja' les advirtió sin citarles: "Sin ruido se trabaja muchísimo mejor". Fuentes de su equipo contactadas por este diario no esconden su cabreo y sintetizan el mensaje que Yolanda Díaz transmite a Irene Montero y al equipo de Igualdad: "Llegad a un acuerdo con el PSOE". El problema es que Podemos, en pleno órdago al núcleo duro de Moncloa, no se tomó bien la referencia de su lideresa.

Es más, fuentes de Podemos explican que se quejaron a la líder de 'Sumar' precisamente para frenar interpretaciones de hostilidad procedentes de la líder de la galaxia morada. Aunque de poco han servido. Y eso que el entorno de la ministra de Trabajo reiteró después que los dardos de la vicepresidenta no eran solo para los morados, sino también para el PSOE. Lo cierto es que si algo molesta a Díaz es la falta de discreción.

Ella misma presume de esa cualidad que ejerce en cada negociación que ha conducido. El estilo de los morados no es el suyo. Por eso, en su equipo (y en Ferraz), han sentado fatal las últimas filtraciones que apuntan a Podemos y que han supuesto la publicación de la propuesta de Justicia para retocar la norma del `sí es sí' antes de que se presentara vía proposición de ley. Los morados aprovecharon el documento de marras para construir el mensaje de que el PSOE quiere volver al "código penal de la manada".

Sé muy bien que cuando se quiere llegar a un acuerdo conviene tener cierta discreciónYolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno

"Sé muy bien que cuando se quiere llegar a un acuerdo conviene tener cierta discreción, calma y serenidad", zanjó Díaz. En efecto, en el cuartel electoral de la 'dama roja' roja no detectan ganas de fumata blanca por parte de Podemos. Los dos socios de Gobierno están inmersos en una batalla por el relato y Podemos se está revolviendo. Los de Belarra saben que tendrán que tragar. Solo admitir que se debe tocar la ley es una derrota.

Pero entre algunos socialistas no cabe duda de que tal y como se está desarrollando la crisis, las ministras moradas parecen estar buscando la expulsión de Moncloa. El presidente, Pedro Sánchez, no está por labor de agotar la legislatura con una guerra total que le desgaste y desmovilice al electorado progresista. Por él, Podemos no saldrá, aunque tengas ganas de romper, como le susurran algunos de sus más cercanos colaboradores, como su jefe de gabinete, Óscar López.

Los morados siguen lanzando órdagos. El portavoz parlamentario, Pablo Echenique, elevó el tono avisando al PSOE de que hay riesgo real de ruptura de la "mayoría feminista" del Congreso. Pero esa advertencia no deja de ser una boutade destinada a impresionar (y presionar) más que otra cosa. Podemos, como ya contó Vozpópuli, no se irá del Gobierno, pero las cabezas pensantes del partido no ven mal, en pleno ciclo electoral, un cisma del que sacar partido para diferenciarse de los socialistas. Y el 'sí es sí' es toda una oportunidad para mantener viva una desavenencia de la que sacar rédito electoral. No por casualidad, ambos partidos se disputan la bandera del feminismo. Al PSOE le duele especialmente sentir que ya no capitaliza las demandas de las mujeres. Y el 8-M está a la vuelta de la esquina.

El miedo de la 'dama roja'

Las fuentes consultadas en el cuartel electoral de la vicepresidenta segunda del Gobierno reconocen que la guerra abierta entre el PSOE y Podemos por el 'sí es sí' coloca a Yolanda Díaz en una situación complicada si el Ejecutivo termina saltando por los aires. La sola hipótesis tensiona a la líder de 'Sumar'. Lo cierto es que la también ministra de Trabajo se mueve en una calculada equidistancia, consciente de que no puede soliviantar a los socialistas, pero tampoco a los morados si no quiere otra cacería orquestada desde el núcleo duro de Podemos del que aún forma parte el exvicepresidente Pablo Iglesias.

La vicepresidenta basa la necesidad de su proyecto en que es la llave para que la coalición progresista que gobierna España siga en Moncloa cuatro años más. Y ese es el motivo por el que, según su equipo, trabaja entre bambalinas para desinflamar el conflicto. "Si la coalición acaba mal... ¿Qué va a ofrecer Yolanda [Díaz] a los ciudadanos? ¿Otra coalición con los mismos problemas y rencillas de esta legislatura? Eso no se puede vender al electorado progresista", arguye una fuente que conoce bien a la ministra de Trabajo. Mientras, Díaz deja a Montero la coordinación con el núcleo duro de Moncloa para desencallar la crisis. Aunque está en permanente contacto con un lado y otro.

Mientras, los días pasan sin solución aparente. Y los golpes entre los socios están desplumando la coalición. Hasta el punto de que ya ha dinamitado hasta 14 artículos del protocolo de funcionamiento que el PSOE y Unidas Podemos firmaron al llegar a Moncloa, según ha constatado este diario en base a las versiones de un lado y otro sobre la disputa de marras por la ley estrella de la ministra de Igualdad. Los cañonazos resuenan con fuerza. Para firmar la paz, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, negocia directamente con Montero. Pero fuera hay demasiado ruido.

La batalla del Congreso

Pese a que las negociaciones entre el PSOE y Podemos se dan a nivel de Gobierno, el Congreso es escenario de otra batalla. Los morados y los socios parlamentarios del Gobierno se negaron este martes a acelerar el debate de la reforma del PSOE de la ley. La Mesa del Congreso, no obstante, aprobó la tramitación urgente de la proposición de ley con la que Moncloa quiere cerrar el grifo de rebajas de condenas a agresores sexuales. El PSOE se apoyó en el PP y en Vox. Mientras que los morados se abstuvieron.

El problema para Sánchez es que los socialistas se estrellaron con sus ganas de llevar el asunto al pleno de la semana próxima, porque ERC y Bildu se negaron. Cabe recordar que en la Junta de Portavoces es necesaria la unanimidad. De manea que la contrarreforma legal que ha abierto esta crisis en la coalición llegará al Congreso el 7 de marzo, en la víspera del 8-M, el Día Internacional de la Mujer que volverá a ser escenario de una fractura.

El núcleo duro de Moncloa quería atajar la polémica antes de la fecha de marras y, de paso, erigir al PSOE en el auténtico defensor de los derechos de las mujeres. En Unidas Podemos, no obstante, creen que es misión imposible que Ferraz les quite el foco el 8-M. El PSOE, por su parte, está seguro de que está conectando con una mayoría que quiere que se retoque la norma tras casi 400 rebajas y una treintena de excarcelaciones. La estabilidad del Gobierno depende de una guerra interna.

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