En 2019 España fue, junto a Alemania, el país con más infracciones medioambientales abiertas de la Unión Europea y durante tres años consecutivos —2016, 2017 y 2018— encabezó la lista. Estas abarcan desde las referentes a la calidad del agua o la contaminación del aire hasta los daños a los ecosistemas.
El desprendimiento en el vertedero vizcaíno de Zaldibar, con dos trabajadores sepultados bajo una montaña de escombros, ha vuelto a poner de relieve la gestión de los residuos en España. Europa ya advirtió a nuestro país al respecto en varias ocasiones, y en 2016 y 2017 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) condenó a España por no eliminar 61 vertederos ilegales. En la actualidad algunos se han sellado, pero tal y como apunta a Vozpópuli Julio Barea, responsable de campaña de Greenpeace, hay otros que no están impermeabilizados y por lo tanto siguen contaminando.
España, además, es el país de la Unión Europea que más toneladas de basura lleva a los vertederos: 12 millones repartidos en 116 depósitos. Según apuntan desde la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (Aeversu) muchos de ellos están sobrepasados. Es el caso de Zaldibar. Comenzó a operar en 2011 con una vida útil de 35 años y a razón de aproximadamente 118.000 toneladas anuales. Sin embargo, en 2017 se vertieron 380.000 toneladas, 540.000 en 2018 y 510.000 en 2019.
Además, en el vertedero de Vizcaya apareció amianto y obligó a que se paralizara la búsqueda de los trabajadores. Tal y como denuncia Ecologistas en Acción en un comunicado, este residuo tóxico no se depositaba en una celda especial y estanca, sino que se encontraba en la parte alta y baja del vertedero.
"El vertido en España es extraordinariamente barato"
El porcentaje de vertido en España, de un 54%, contrasta con los de países europeos del norte, donde los niveles son inferiores al 3%. "El vertido en España es extraordinariamente barato", explica Rafael Guinea, presidente de Aeversu.
Una de las alternativas a los vertederos convencionales es la valorización energética, es decir, la conversión en energía, ya sea en forma de electricidad, vapor o agua caliente, de aquellos residuos que no pueden ser reciclados. Se trata de una actividad complementaria al reciclaje.
La Unión Europea se ha fijado para este año conseguir una tasa de reciclado del 50% que parece que en España no se va a alcanzar. "El año pasado hicimos un informe en el que estudiamos los envases de plásticos. Se recuperaban el 25% de estos. Imágínate si estamos lejos, por ejemplo, de recuperar la materia orgánica", apunta Garea.
