En el artículo de la semana pasada, examiné las adversas consecuencias políticas, sociales y económicas que el Brexit puede acarrear a la economía británica tanto en caso de no alcanzarse

Barcelona se ha ido deteriorando conforme la sociedad y sus poderes adoptaron el narcisismo urbano, lo que sumado a la situación política de Cataluña ha dado ese resultado incontrovertible