Una novedad, ese clásico que se renueva, aquella tendencia sofisticada… Hemos seleccionado algunos básicos- por su corta crianza-, que tienen buena relación calidad- precio: todos tienen algo que aportar.
Rioja no deja de reinventarse gracias a la imparable actividad de sus bodegas para moverse entre distintas tendencias. Hemos seleccionado y catado cinco referencias que muestran algunas de ellas.
Cuatro tintos y un blanco que reflejan el presente de esta tradicional zona vitivinícola, son perfectos para un aperitivo y también para una comida. Ahora que se aproximan las navidades quizás haya que irlo pensando…
Los Vinos
Senderos de Ukan 2020 es una visión muy personal del vino de Rioja Alavesa por parte de Koldo Eguren, perteneciente a la renombrada familia vinatera. Un bodeguero joven que ha querido dar un toque de modernidad y sofisticación a sus vinos respecto a la tradición riojana. Y lo logra con creces, de la mejor manera. Senderos de Ukan- segunda línea de la casa-, junto a Ukan, el ‘hermano mayor’ han abierto un nuevo camino en Rioja.
Este ‘Senderos’ es toda una delicia para su edad. Un vino fino, versátil, equilibrado… al primer sorbo ya sorprende. Fresco y frutal pero con un twist muy personal. Elegante y equilibrado. Han elaborado 21.500 botellas. PVP recomendado: 20,50 euros.
Montecillo Fermentado en Barrica 2018 (Bodegas Montecillo) es un blanco elaborado con viura (35%), tempranillo blanco (35%) y el resto de sauvignon blanc. Proviene de cepas de más de 60 años que crecen en Rioja Alta y cada variedad se elabora de forma independiente. En todos los casos, el vino macera con sus hollejos. Pasa por barricas nuevas de roble francés, donde fermenta.
El coupage final se hace mediante diversas catas hasta lograr la mejor combinación. Amarillo pálido, de acidez marcada y cierto amargor final que le da elegancia. PVP recomendado:8,30 euros.
Izadi Crianza 2020 ha supuesto el reflejo de una evolución de la bodega, con cuarenta años de historia. Cambian etiqueta y filosofía para reflejar sus valores; respeto por el medioambiente, sensibilidad para ser exigentes, inquietud para abordar nuevos retos y hospitalidad, con el cuidado al cliente. Posee una crianza de 14 meses en roble francés y americano. Un vino que resume el patrón riojano con equilibrio- de los toques tostados a los frutos rojos- y un final largo de suaves taninos.
Malpastor 2020 es el nuevo rioja de Bodegas La Carbonera, propiedad de Familia Torres al pie de la Sierra de Cantabria. Y precisamente eso es lo que se pretende: poner la vista en la tipicidad del tempranillo de la comarca de la Sonsierra (entre Álava, Rioja y Navarra).
Ha pasado 15 meses en roble americano y francés y descansa medio año en botella. Un vino recio, de punzantes taninos y con mucha fruta. Imprescindible oxigenarlo bien si está recién abierto: se suaviza y surgen sus bondades. El nombre es un homenaje a los pastores que dejaron sus rebaños para plantar vides y elaborar vino. PVP recomendado: 8.90 euros.
Finca San Martín 2020 (Bodegas Torre de Oña) representa el espíritu joven de Rioja Alavesa. Un 100% tempranillo, recogido en vendimia manual y que se cría durante 16 meses en barricas nuevas de roble americano y francés (tienen tonelería y son de fabricación propia, lo que no es nada habitual). Destaca también porque las tres trasiegas se realizan de manera tradicional a la luz de una vela, de barrica a barrica, para separar los sedimentos manualmente y evitar filtrarlo agresivamente. Un vino fresco, con fruta en boca y compensado por las notas que le da la madera (especias, vainilla…). Para su precio resulta muy destacable.
Cinco riojas que aportan algo interesante dentro del amplísimo mundo del vino.