La primavera ya está aquí y es el momento por excelencia de disfrutar de los rosados, esos vinos que, sin embargo, también tienen aceptación en cualquier época del año por su versatilidad. A medio camino entre un tinto y un blanco, hay muchas ocasiones en las que un rosado es la solución ideal.
Siempre que estén bien elaborados poseen la frescura de un blanco junto a características de un tinto ligero: un poco más de estructura y volumen en boca. Son vinos que se toman en su primer año para que conserven toda su vivacidad, cuerpo, sabor… No obstante, hace tiempo que se hicieron pruebas de darle al rosado algo de crianza y, aunque son muy pocas las bodegas que los comercializan, tienen gran éxito.
hemos elegido distintas etiquetas que, o bien son nuevos en el mercado, o bien se destacan por alguna característica especial. En todos los casos, son rosados bien elaborados que ofrecen algo que se desmarca de la media. Como siempre, todos los hemos catado previamente para hacer la selección final.
Los Vinos
Classica Gran Reserva Rosado 2012 (B. Hacienda López de Haro) forma parte de la gama Classica del Grupo Vintae -vinos que sólo se elaboran en añadas excepcionales- y que, debido a su larga crianza, es una rareza en esta categoría de vinos. Un rosado de garnacha y viura del Alto Najerilla con 4 años en barrica nueva de roble francés, que posteriormente madura en botella un largo periodo.
Esta edición limitada de 2.700 botellas se ha situado en el número 96 del ranking de rosados elaborado por la Master of Wine Elizabeth Gabay. Una delicia de vino, ya de tono anaranjado por la larga crianza, con notas especiadas y perfecta acidez. Estructurado, pero a la vez ligero para sus años de envejecimiento. PVP recomendado: 51 euros.
Victoria 2023 (Bodegas José Pariente) es la segunda añada de este rosado, el nombre de la fundadora de esta casa y todo un homenaje a ella. Un rosado muy especial por sus variedades: viognier, tempranillo y garnacha. Uvas blancas y tintas para un vino de nariz profunda a frutos rojos, boca con estructura y persistente. Se ha embotellado como como V.T. de Castilla y León. Muy seco. PVP recomendado: 15,50 euros.
Barlia Rosé 2023 es un magnífico ejemplo de vino volcánico rosado (que no abundan). Perteneciente al grupo Barlia Wines, la iniciativa está promovida por el Ayuntamiento de Santiago del Teide que apuesta por el rescate de viñedos situados en su municipio y, a 1.000 metros de altura como mínimo, con lo cual podríamos estar hablando también de ‘viticultura heroica’.
Barlia- nombre de una orquídea que crece en el Teide- resulta toda una delicia. Elaborado con cepas prefiloxéricas de listán negro es un vino de Tenerife con el sello de la DO Islas Canarias. Un vino vivo, de gran personalidad, muy fresco y goloso, de toques minerales como no podía ser menos. Y no le falta profundidad final. Sólo se han elaborado 1.800 botellas. Magnífica relación calidad- precio. PVP recomendado: 9,50 euros.
Izadi Larrosa Rosé 2023 es la gran cita para la primavera, aunque siempre llega tempranamente por San Valentín. Uno de los primeros rosados del año que fue pionero en apostar por los rosados pálidos de estilo provenzal, hace ya 10 años. Está hecho con garnachas viejas de distintas alturas. Una añada especialmente fresca y versátil: nariz incisiva con frutas de hueso, en boca es untuoso… Buena relación calidad- precio.
Cuatro vinos rosados que no te defraudarán en absoluto. Cada uno con su personalidad y estilo, conforman un puzzle muy interesante a la hora de poder elegir qué tipo de rosado tomar. Los rosados, vinos cada vez más consumidos en nuestro país, tienen la palabra.