Gastrópoli

Los mejores vinos para la tortilla de patatas: todas las pistas para una difícil armonía

Rosados, tintos con algo de crianza y blancos con madera son tres buenas opciones para maridar con el huevo

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El 9 de marzo será el Día Mundial de la Tortilla de Patatas, una preparación muy española de la que todos nos enorgullecemos. Y su invención no está muy lejana en el tiempo. Una primera versión la sitúa durante la Primera Guerra Carlista (1833- 1840), cuando el general Tomás de Zumalacárregui llegó hambriento a un caserío navarro, donde a falta de más materias primas, la idearon sobre la marcha.

Otras teorías la sitúan en Villanueva de la Serena (Badajoz) cuando, durante el siglo XVIII, se creó como manera de paliar la hambruna con este plato asequible. Ya sabemos que teorías sobre cualquier aspecto gastronómico suele haber muchas aunque, en cualquier caso, la tortilla de patatas ocupa un lugar emblemático en el acervo gastronómico español. Y no hay una igual a otra.

Al margen de posibles aditamentos como la controvertida cebolla, existen múltiples factores para que su receta, en principio sencilla, dé lugar a tal cantidad y variedad de resultados. Respecto al tipo de patata- de las que en el mundo hay unas 5.000 variedades-, sí podemos decir que la patata de Galicia (de la variedad Kennebec casi todas) junto a la Monalisa o ‘Patata de Burgos’, son las mejores para elaborarla ya que contienen poco agua y no absorben mucho aceite. Ambas tienen Indicación Geográfica Protegida.

Felices maridajes con tortilla

Redonda, dorada y jugosa. Son las tres máximas que hay que cumplir siempre en su elaboración. Pero lo más complicado siempre viene a la hora de maridarla con vinos: el huevo nunca a sido un feliz compañero a la hora de descorchar. El delicado sabor de yema y clara no lo hacen apto para combinar con muy distintas referencias. Y nos estamos refiriendo siempre a tortillas elaboradas sin cebolla.  

Tortilla de patatas.

Pero hay algunos felices maridajes si hablamos de rasgos generales. Como norma más importante, habrá que huir de la acidez, ya que todos los vinos que la tengan alta provocarán una grave distorsión al anular el sabor del huevo. Por eso, los tintos de cosechero, por ejemplo, no serían los más indicados.

Armonías seguras

Más bien, habría que ir hacia aquellos que adolecen de finales algo amargos: los taninos, procedentes de las uvas y de las barricas de roble, serán un factor muy a favor, porque su sequedad limpia la boca y, por otra parte, su amargor (debe ser leve) enlaza a la perfección con el sabor de la yema. Los vinos de Jerez más suaves y con menos crianza, como la manzanilla o el fino, debido a su salinidad y ligereza- mejor si son en rama- también casarían a la perfección.

En esta ocasión hemos seleccionado y catado tres referencias muy diferentes, desde un rosado con algo de madera a un tinto crianza o un blanco fermentado en barrica. Cualquiera de los tres, hará un buen papel con la tortilla de patatas. Y, como valor añadido, poseen una excelente relación calidad- precio.  

Castelo de Medina Verdejo Vendimia Seleccionada 2020

Bodegas Castelo de Medina/ D.O. Rueda

PVP recomendado: 12 euros

Un blanco con peso específico, de nariz elegante que se muestra amplio, carnoso y penetrante en boca. Se ha criado durante seis meses sobre lías finas y tres meses más en roble francés, pero ha sabido conservar cierto frescor y fruta. En este caso, posee volumen y presencia suficiente- aunque no excesiva- como para poder mantener una relación de ‘tú a tú’ con la tortilla de patatas: un contraste elegante, junto a un frescor que limpia la boca, pero deja percibir la suavidad del huevo. Su estructura, con toques grasos y situada en la gama media, contribuye a ello.

Castelo de Medina Verdejo.

Sardón 2019

B. Quinta Sardonia/ V.T. Castilla y León

PVP recomendado: 9,80 euros

Tinto de crianza elaborado con un 95% de tempranillo y resto garnacha, cabernet sauvignon, albillo, syrah y malbec. Aunque es el de más gama baja de la bodega,  un vino para disfrutar plenamente de Ribera del Duero (aunque no están adscritos a la D.O.). Un tinto ligero pero redondo, muy bien elaborado, en el que la fruta y la madera están presentes a partes iguales. Taninos maduros y suaves, que irán perfectamente a la tortilla de patatas, al igual que esos tonos dulzones finales, perfectos para elevar la potencia del huevo. Un trago largo y sedoso que resulta una conjunción ideal.

Sardón

La Miranda Secastilla 2019

Bodegas Secastilla/ D.O. Somontano

PVP recomendado: 9 euros

Un rosado atípico ya que se ha criado durante cuatro meses en barricas de roble francés (500 litros), por lo que sale al mercado con un año de edad. Elaborado con garnacha proveniente de viñedos de 700 metros altitud enclavados en el extremo noreste del Somontano, donde reina un especial microclima de carácter mediterráneo. Un vino rosado amplio, de ligeros tostados que enlaza correctamente con el evanescente sabor del huevo. Carnoso y redondo, hace una buena pareja con el plato.

La Miranda de Secastilla Rosado.

Tres vinos y tres estilos diferentes para elegir a la hora de degustar con la tortilla de patatas.

Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.

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