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Rioja se revela como la segunda D.O. de España en blancos

Con 36 millones de botellas comercializadas en 2023, escalan posiciones en cantidad y sus blancos obtienen cada vez mayor prestigio

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Rioja y vino tinto es un binomio inseparable, pero esta comarca también se descubre como una nueva potencia en blancos. Fueron 36 millones de botellas las comercializadas el pasado año, cifra con la que los riojanos han logrado situarse como la segunda D.O. en blancos de España.

Aunque es innegable que el tinto sigue siendo la mayor baza de Rioja- posee 59.400 hectáreas de uvas tintas frente a las 6.100 blancas- los blancos escalan posiciones firmemente en la que fue la primera denominación de origen creada en España (1925).

Según el Consejo Regulador, en 2023 se confirmó la tendencia al alza de los blancos riojanos con un incremento en el mercado doméstico del 7,13, apoyado además en un crecimiento del 5,62 el 2022

Hace tiempo se inició una revolución muy particular y, desde hace años, cada día son más las bodegas que amplían gama y los elaboran. Los datos así lo corroboran: según su Consejo Regulador, en 2023 se confirmó la tendencia al alza de los blancos riojanos con un incremento en el mercado doméstico del 7,13, apoyado además en un crecimiento del 5,62 el 2022.

Últimas tendencias

Es verdad que en los años 80 algunas bodegas riojanas elaboraban unos blancos que pecaban de excesiva madera, acusado peso en boca, poca fruta… Fue la época de la moda de las fermentaciones en barrica y largas crianzas. Era el comienzo de todo, pero el tiempo pasó y ahora es fácil comprobar cómo, en este aspecto, la D.O. ha evolucionado significativamente. Atrás quedaron esas elaboraciones de blancos con envejecimientos desmedidos y tratados como si fueran tintos.

Viñedos en Laguardia. Cortesía del Consejo Regulador D.O.Ca. Rioja.

Hoy Rioja se destapa con deliciosos blancos de muy variadas estirpes. Desde jóvenes sin madera a criados en fudre, huevos, sobre lías … éstas últimas, técnicas muy actuales que las bodegas no han dudado en adoptar. Esto, junto al tradicional envejecimiento en barrica aún muy utilizado (y sabiamente), hace que las expectativas no pueden ser mejores.

Variedades singulares

Salvo excepciones, estaríamos hablando de blancos de calidad, con cuerpo y complejos. A esto se suma una acidez media alta de sus uvas- por su situación septentrional en el mapa-, lo que les permite tener una buena y larga guarda. Y no faltan numerosas castas de uvas para elaborarlos.

Rioja Alta, Briones. Cortesía del Consejo Regulador.

Hoy en día hay 9 variedades blancas admitidas por el Consejo Regulador frente a sólo 5 tintas, un dato llamativo y una prueba clara de que los blancos se dan muy bien en Rioja. A las clásicas viura (conocida también como macabeo), malvasía y garnacha blanca se unirían más tarde en 2007 tempranillo blanca, turruntés y maturana blanca, así como otras uvas no autóctonas de la zona, desde la sauvignon blanc al chardonnay y el verdejo.    

Una joya única

El nivel actual de los blancos de esta comarca sorprende a aficionados y expertos. Pedro Ballesteros, unos de los pocos Master of Wines (MF) españoles, no ha dudado en afirmar que “Los blancos de Rioja están a la altura de los mejores vinos blancos del mundo”. Otro MW, el danés Jonas Tofterup, asegura que “su capacidad de envejecimiento es realmente increíble”.

Pero si hablamos de blancos de crianza riojanos tenemos una joya única. Es el Viña Tondonia Blanco Gran Reserva del que ya hablamos en Gastrópoli. Está elaborado por la centenaria bodega López de Heredia,  con uvas de las variedades Viura 90% y Malvasía 10% de viñedos propios y pasa más de 72 meses en barrica. Multipremiado y reconocido, es la mejor prueba de que si las cosas se hacen bien la ‘edad’, aunque hablemos de blancos, no importa.

Blancos de Rioja, distintos estilos

No todos los blancos riojanos son iguales. Por eso, hemos hecho una pequeña selección que define lo que se está haciendo actualmente en blancos. Eso sí, constatamos que mayoritariamente Rioja sigue tendiendo a la crianza en madera. Como antes decíamos, su situación en el mapa da a sus uvas una acidez suficiente como para permitírselo.

1) Ijalba Maturana Blanca 2023

Un joven con sello único

Según Bodegas Ijalba fue el primer vino del mundo elaborado íntegramente con maturana blanca, una uva de la familia de las “Traminer”. Esta varietal estuvo en trance de desaparición no hace demasiado tiempo, aunque ya había referencias de ella en Rioja desde 1622. Blanco joven que no pasa por madera, de cultivo en ecológico, que estuvo 4 meses en contacto con sus lías. Hay 10.010 botellas. Es fresco, sedoso y con suficiente presencia en boca. Elegante. Un buen representante por su calidad de los jóvenes blancos riojanos.  PVP recomendado: 12 euros.

2) Rioja Vega Tempranillo Blanco Reserva 2020

Ejemplo del estilo clásico más actual

Un claro ejemplo del rioja blanco clásico de hoy en día. Está elaborado con tempranillo blanco cultivado en Viana, la parte navarra de Rioja. Fermenta en barricas francesas y húngaras durante 30 días. Se cría sobre sus lías 6 meses y más tarde en roble francés un año. Antes de comercializarlo reposa en botella 12 meses. Un vino muy especial del que sólo se hicieron 3.894 botellas. Aromas a maderas nobles, tabaco. En boca tiene volumen, estructura y vuelve generosamente la madera, bien ensamblada pero muy presente. Glicérico y largo en boca.  PVP recomendado: 35 euros.

3) Flor de Muga Blanco Reserva 2020

Sofisticación y autenticidad

Nos pareció en cata que reúne las características que definen a los riojas blancos más actuales. Elaborado con uvas viura, garnacha blanca y maturana blanca., está hecho únicamente con mosto flor obtenido por gravedad. Fermenta a baja temperatura en roble francés- barricas fabricadas en la misma tonelería de Bodegas Muga- que llega de los bosques de Nevers y Bertanges. Tras estar con sus lías 3 meses en huevo de hormigón, envejece durante medio año en roble francés y después madura 18 meses más en botella. Una delicia de vino que representa y aúna espléndidamente el clasicismo y la modernidad riojana para dar lo mejor de cada uno. Equilibrado, complejo, fresco, redondo y largo. Lo tiene todo.

Los vinos blancos de Rioja tienen un gran presente, pero también un gran futuro por delante.

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