Hablemos de futuro

"Cuando eres joven crees que les puedes pedir dinero a tus padres para todo”

El Banco Mundial estima que hay 1.700 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a servicios financieros básicos. Y una de las razones que hay detrás de

  • La educación financiera desde iniciarse desde edades tempranas.

El Banco Mundial estima que hay 1.700 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a servicios financieros básicos. Y una de las razones que hay detrás de este dato es la carencia de nociones económicas elementales en un altísimo porcentaje de la población. Según un informe del Banco de España y la CNMV, el 75% de los españoles admiten que necesitan mejorar sus conocimientos en materia financiera, y un 42% de los adultos no entiende conceptos como el ‘beneficio del interés compuesto en los ahorros’ ni, por supuesto, sabe calcularlo.

“En general hace falta muchísima más educación financiera. En mi propio círculo de amigos muchos no tienen claro lo que es la ‘inflación’ o desconocen cómo funciona el sistema de pensiones. Manejar ese tipo de conceptos es importante porque te permite tomar mejores decisiones sobre tu futuro”, señala Juan José Sevillano, Cards API Technical Lead de Banco Santander. Él es uno de los 40 empleados de la entidad que han participado como voluntarios en la VII edición del programa “Tus Finanzas, Tu Futuro.

La iniciativa, en la que participan 17 entidades financieras, está promovida por la Asociación Española de Banca (AEB) y cuenta con el apoyo de la Fundación Junior Achievement. A lo largo de sus siete años de historia, 500 profesionales de Banco Santander han contribuido a mejorar el conocimiento en finanzas básicas de 5.400 estudiantes en centros educativos de toda España a través de talleres, charlas y otras actividades.

Juan José Sevillano, voluntario de Tus Finanzas, Tu Futuro.

Futuros consumidores responsables

Uno de los objetivos de este programa es fomentar el desarrollo de hábitos financieros saludables entre los jóvenes. “Es muy gratificante ayudar a estos chicos en un momento de sus vidas en el que están cerca de dejar de depender completamente de sus padres y empezar a ser cada vez más autónomos”, destaca Juan José Sevillano, que ha participado por primera vez en el programa.

A Sevillano le ha acompañado este año Elena Salinas, miembro del Servicio Administrativo Técnico de Banco Santander, que, con tres ediciones en su haber, ya es toda una veterana en la iniciativa. Para esta voluntaria la educación financiera debería estar presente en la vida de las personas desde edades tempranas. “La economía forma parte del día a día de todos nosotros, y también del de los niños. Los problemas de matemáticas tratan sobre ir a la compra, de manzanas, de peras, de entregar una cantidad de dinero en la tienda y recibir el cambio correcto... Son nociones muy útiles que se pueden ir adaptando a cada edad”.

El 75% de los españoles admiten que necesitan mejorar sus conocimientos en materia financiera

Empoderar a los jóvenes para tomar decisiones económicas más informadas, enseñarles a detectar fraudes en Internet o a protegerse del ‘brillo’ de la publicidad son otros objetivos de estos talleres que en la presente edición se han tenido que celebrar en formato online. “Hay poco tiempo y mucho contenido, pero intentamos tocar también temas como la economía circular, el consumo responsable o la protección del medioambiente”, explica Salinas.

Y, ¿qué conceptos que les cuesta más asimilar a sus jóvenes participantes? “Cosas como la diferencia entre pagar una hipoteca o un alquiler, o entre una tarjeta de crédito y otra de débito a veces se les hace un mundo”, indica.

Al lado de los más vulnerables

Con su participación en este proyecto, Banco Santander sella su compromiso con la inclusión financiera en todos los países en los que opera, en el marco de su agenda de Banca Responsable. Su objetivo es empoderar financieramente a 10 millones de personas en todo el mundo entre 2019 y 2025 a través de tres líneas de acción: ayudar a las personas no bancarizadas a acceder a servicios financieros básicos, ofrecer productos específicos a medida a personas con rentas bajas o dificultades económicas y fomentar la resiliencia a través de la educación financiera.

Una educación financiera que, en el caso de los más jóvenes, no tiene por qué comenzar por cosas muy sofisticadas. “Se trata de ir introduciendo conceptos como ahorro o gastos imprevistos, o de ayudar a los chicos a diferenciar entre lo que es imprescindible y lo que es un capricho”, ilustra Elena Salinas.

Un tipo de guía que a Juan José Sevillano le habría gustado recibir cuando era adolescente. “Cuando eres joven no eres consciente de la carga económica de tus padres, crees que les puedes pedir dinero para todo, y no es así. Me habría venido muy bien que alguien me hubiera ensañado lo que es un hacerse un presupuesto o a valorar lo que cuestan las cosas más allá de la marca”.

Según sus propios protagonistas, el resultado de los talleres es muy positivo. Y no solo para los estudiantes. “Llegas pensando que vas a aportar tu tiempo y tus conocimientos, pero al final descubres que eres tú quien se lleva mucho más de lo que das. La interacción con los jóvenes es muy estimulante porque te hacen reflexionar sobre la vida”, asegura Elena Salinas.

Y alerta: “vivimos en la era de la información y, sin embargo, muchas personas no entienden la gran oferta de productos financieros que hay a nuestro alcance”. Según esta profesional de Banco Santander, es fundamental solventar esa carencia. Y cuanto más joven, mejor. “Porque cuanto más informados estemos, más dueños seremos de nuestras finanzas y nuestras vidas”.

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