Desde hace aproximadamente 11.500 años, la agricultura ha formado parte sustancial de las actividades humanas. Gracias a ella, la Humanidad no solo ha conseguido alimentar a una demografía en continuo crecimiento, sino que ha sido un pilar fundamental de la evolución de las civilizaciones, permitiendo el nacimiento de pueblos y ciudades y sentando las bases de la economía moderna. Hoy, en plena revolución tecnológica, con cerca de 8.000 millones de personas en el planeta y enormes desafíos medioambientales por delante, la agricultura sigue siendo un pilar esencial del presente y el futuro común.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas número 2 es Hambre Cero. Este ODS plantea como una de sus metas esenciales promover una agricultura sostenible. Y es que el doble desafío al que se enfrenta la Humanidad es lograr abastecer de alimentos suficientes para esa superpoblación sin esquilmar los recursos naturales del planeta. Un reto que obliga a cambiar el modelo productivo agrícola tradicional hacia uno más escalable y sostenible.
El campo en España
En España, el campo no pasa por su mejor momento. La agricultura representa el 2,3% del PIB de España, muy por debajo de otros sectores como la construcción, la industria o los servicios. El último censo agrario del INE señalaba que el número de explotaciones agrícolas en 2020 era de 914.871, en un sector caracterizado por la fragmentación, una formación de sus profesionales muy centrada en la experiencia práctica, la falta de relevo generacional y serias carencias en digitalización. Por si fuera poco, en los últimos años los agricultores españoles han tenido que hacer frente a unos incrementos de sus gastos cercanos al 20% motivados por el aumento de los precios de los combustibles, la electricidad o los productos fitosanitarios.
En los últimos años los agricultores españoles han tenido que hacer frente a unos incrementos de sus gastos cercanos al 20%
En ese contexto, gobiernos, instituciones y entidades privadas tienen mucho que aportar a un sector agrícola que necesita revitalizarse para poder cumplir con ese papel crucial que está llamado a desempeñar en el nuevo escenario sostenible que se está configurando de cara al año 2050. Con ese objetivo, Banco Santander lleva años realizando una fuerte apuesta por el sector agroalimentario, con medidas encaminadas a insuflar un nuevo impulso a esta destacada parcela de nuestra economía.
El apoyo financiero al campo es fundamental para la economía española.
Financiación a medida
Una de las vías a través de las cuales se está materializando este apoyo es la financiación. La entidad cuenta con más de 425.000 clientes agricultores y ganaderos. Todo un ecosistema “agro” que ha permitido que Banco Santander haya financiado al sector agroalimentario español con 2.450 millones euros en los primeros seis meses de 2024, un 17% más que en el mismo periodo del año anterior.
La contratación de préstamos focalizados en la inversión en digitalización e innovación para hacer las explotaciones más eficientes y competitivas, los préstamos para la transformación de fincas a cultivos más rentables o las líneas de financiación a corto plazo, como los anticipos PAC, créditos campaña o compra de insumos, han sido algunos de los productos más demandados por los clientes con los que el banco cuenta en este sector en España.
Banco Santander ha financiado al sector agroalimentario español con 2.450 millones euros en los primeros seis meses de 2024, un 17% más que en el mismo periodo del año anterior
La plataforma Atgro
Una de las últimas iniciativas con las que la entidad ha materializado su apoyo al sector agrícola es el proyecto Atgro. Se trata de una plataforma de inversión global dedicada al desarrollo de proyectos agrícolas que nace de un acuerdo entre Banco Santander y Atitlan. Arranca con una aportación inicial de 200 millones de euros del banco y otros 50 millones por parte de Atitlan, si bien las previsiones de sus impulsores son las de doblar estas inversiones hasta alcanzar un tamaño objetivo superior a 500 millones de euros.
Los proyectos agrícolas de Atgro estarán gestionados por Elaia, filial de Atitlan para sus inversiones en el sector agrícola y de la que Santander pasa a convertirse también en accionista minoritario a raíz del acuerdo. Aunque no tendrá un rol activo sobre las inversiones, el banco aportará su amplio conocimiento local en diferentes geografías y su fuerza comercial.
Desde su primer proyecto de olivar en 2007, Elaia ha expandido su base de cultivos con almendra, naranja, clementina, limón, pomelo, aguacate y pistacho en España, Portugal y Marruecos. Esta experiencia le ha convertido en referente en la plantación y gestión de procesos agronómicos, con más de 20.000 hectáreas transformadas.
Atgro tiene previsto desarrollar una cartera amplia de cultivos (frutos secos y ‘superfrutas’) y diversificada en geografías (Europa, América, África y Asia). Además, la plataforma estará abierta a inversores institucionales y profesionales, dado el gran interés existente por este tipo de activos de alto impacto económico y social, y a su vez con muy baja correlación respecto a otros productos financieros tradicionales.
Apuesta por la agricultura
En 2023 Santander lanzó AVANIS y se convirtió en la primera entidad financiera española en poner en marcha una plataforma digital integral destinada a agricultores, ganaderos y al resto de empresas y participantes del sector. Su objetivo es impulsar su competitividad y rentabilidad con modelos de negocio más eficientes y sostenibles, un ecosistema digital abierto que ayude a crear conexiones y facilitar la interacción entre todos los intervinientes de la cadena de valor agroalimentaria.