Ricardo Martinelli, presidente de Panamá, y los embajadores de España e Italia escenificaron lo que ya viene siendo una realidad en las últimas horas: el conflicto entre el consorcio encargado de ampliar el Canal, liderado por Sacyr, y el administrador de la infraestructura ha trascendido el ámbito empresarial y ha pasado a ser cuestión de  Estados. El encuentro que mantuvieron sentó las bases para la intervención de los respectivos gobiernos en el conflicto, pero sobre todo una: contribuir y no avivar más el fuego.

¿Cuál es la visión que tenemos de los gestores de nuestra empresa? ¿Qué conocimientos son necesarios para gestionarla adecuadamente? ¿Cómo afectan las decisiones de un departamento al resto? ¿Cómo me influye el mercado? Un reto muy serio.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero presionó políticamente durante más de dos años para que la ampliación del Canal de Panamá fuera adjudicada a empresas españolas. Es lo que reconocen miembros del anterior Ejecutivo, que aseguran que el Secretario de Estado de Presidencia, Bernardino León, y el entonces presidente de Seopan, David Taguas, fueron claves en esa presión política.