Parece haber ya pocas dudas de que detrás de los movimientos de apoyo al separatismo catalán por parte de ciertos países y fondos de inversión el objetivo es debilitar la Unión Europea

Tras la euforia provocada en la heterogénea constelación de siglas que propiciaron la moción de censura, la realidad ha hecho su aparición poniendo en evidencia la práctica inviabilidad del inexistente proyecto de Pedro Sánchez