Quien quiera dar el salto a la compra de una casa o a iniciar un nuevo negocio está de enhorabuena. Conseguir un crédito bancario en España es cada día más fácil y, mejor aún, lo seguirá siendo. Tanto en nuestro país como en la Unión Europea los bancos están siendo más flexibles a la hora de prestar dinero a sus clientes, tanto familias como empresas.
Así lo muestra la última ‘Encuesta sobre Préstamos Bancarios’ de julio de 2018 del Banco de España. El análisis de las respuestas dadas presume que la relajación en la concesión de créditos seguirá la misma línea en los próximos tres meses, sobre todo en España.
La banca achaca esta situación benigna por la que atraviesan las hipotecas y, en mayor medida, los créditos al consumo, por el descenso que siguen experimentando los tipos de interés -los oficiales siguen anclados en el 0% y el euribor en el -0,18%-; las «mejores perspectivas» del mercado de vivienda; y «la mayor confianza de los consumidores», tres factores que habrían influido en el incremento de la demanda de financiación.
Más dinero para consumo
Los tipos de interés siguen bajo mínimos y los bancos no tienen la posibilidad de mejorar la cuenta de resultados a través de préstamos del Banco Central Europeo. Por eso parece que vuelven a apostar por el ‘alma máter’ de sus negocios: prestar dinero a particulares.
El informe del Banco de España deja claro que las condiciones generales aplicadas a los créditos se relajaron con mayor intensidad en España, especialmente en el caso de la financiación a las familias para consumo y otros fines y en el de los préstamos a empresas.También han dejado de pesar como una losa las exigencias de regulación que exigen a las entidades financieras un incremento de los niveles de capital, pese al aumento de coste. Por ello, han aparcado el intenso recelo a los impagos que se imponía hasta hace unos meses a la hora de conceder créditos.
Baja la morosidad
Mientras que en el resto de la Eurozona la morosidad sigue generando desconfianza entre las entidades bancarias, parece que en nuestro país está dejando de ser un impedimento para entregar crédito.
A esto se le suma además, según el informe del Banco de España, que la demanda de crédito en los hogares fue “significativamente más intensa” aquí que en el resto de los países euro. Las familias pidieron dinero prestado principalmente para destinarlo al consumo y a otros bienes diferentes a la vivienda, mientras que por parte de las empresas la demanda se mantuvo estable
Caída en picado de los créditos desde la crisis
La cartera crediticia del sistema financiero español se ha reducido un 29% desde el estallido de la crisis financiera internacional en 2007 y ha pasado de los 1,7 billones de euros de entonces a 1,2 billones a cierre de 2017. En estos diez años, el crédito destinado a financiar actividades productivas también se ha reducido un 37%, hasta los 591.000 millones de euros, según datos de la consultora AIS Group.
Durante la década analizada, la caída del crédito se ha producido en todos los sectores de actividad: agricultura, industria, construcción, transportes, comercio, y servicios.
No obstante, en este último se ha registrado una excepción, ya que la financiación destinada a empresas de servicios de intermediación financiera se ha multiplicado por más de dos (un 148%), al pasar de los 32.000 millones de euros en 2007, a algo más de 80.000 millones en 2017.