Internacional

Argelia acuerda un nuevo gasoducto con Italia tras el desplante de España

Argelia y Italia se alían con la construcción de un nuevo gaseoducto para fortalecer su rol como proveedora de gas en Europa. Con ello, ambos países plantean la alternativa al 'H2Med', que une a la Península Ibérica con el viejo continente

  • El presidente de Argelia, Abdelmajid Tebune, recibe a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni / Europa Press

Argelia e Italia han acordado su propia vía de entrada de gas a Europa a través de un nuevo gaseoducto. El enlace unirá a Argelia e Italia para aumentar las exportaciones de gas, pero también de hidrógeno, amoniaco y electricidad, en la que se convierte en la apuesta de Meloni para hacer de su país un importante distribuidor de energía en todo el continente. Con el acuerdo, ambas naciones se plantan como la alternativa ante el gaseoducto 'H2Med', que unirá a la Península Ibérica con el resto de Europa como proveedora de hidrógeno verde.

Lo ha anunciado el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, que se ha reunido hoy con la primera ministra italiana Giorgia Meloni. "Hemos firmado hoy el acuerdo con la intención de iniciar el estudio y más tarde la construcción de un gasoducto particular, no como el que existe actualmente, ya que incluirá gas, hidrógeno, amoniaco y electricidad", ha aseverado el líder argelino en la rueda de prensa conjunta con la líder de los Hermanos de Italia, que llegó el domingo a Argel.

"Es un importante proyecto que convierte a Italia en un distribuidor de energía para toda Europa, añadió el presidente, que prevé la puesta en marcha del nuevo gaseoducto e el "corto" plazo.

Argelia, un "socio fiable" para Italia

Meloni ha clausurado su visita alabando la "importancia estratégica" de Argelia, país que se ha convertido en un "socio fiable" crucial en cuestiones como la energética. Su homólogo argelino, por otro lado, ha calificado la visita de Meloni como de "especial importancia". La líder de los Hermanos de Italia ha elegido el país como su estreno como primera ministra en la región, a 20 años de la firma del tratado de amistad que asienta las relaciones bilaterales entre ambos.

"Argelia es el primer socio italiano en África", ha defendido Meloni, en la comparecencia ante los medios. También ha apostado por seguir estrechando lazos en otros ámbitos, como el político o el cultural, con el objetivo general de "tender puentes". El acuerdo fortalece la relación entre Italia y Argelia para crear un nuevo frente en el ámbito energético en Europa. Tal es así que Roma aspira a incorporar a su aliado en otros frentes -como estabilizar focos de tensión en Libia y Mali-.

Argel se ha convertido en el principal proveedor de gas para Italia, un puesto que hasta el inicio de la guerra en el continente ocupaba Rusia. Ahora, Meloni busca asentar el que ha denominado "Plan Mattei", cuyo objetivo es hacer de Italia un puente para las relaciones energéticas entre el norte de África y Europa, a través del gasoducto "TransMed" que sale del desierto argelino hasta desembocar en Sicilia.

Un nuevo frente ante el H2Med y el desplante de España

Argelia ha abierto su propia vía para fortalecerse como proveedor de gas a Europa, y lo ha hecho de la mano de Italia. El acuerdo entre Italia y Argelia se ha producido apenas un día después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara que Alemania se suma al proyecto del 'H2Med', que unirá a la Península Ibérica con el resto de Europa para el envío de hidrógeno verde y gas.

Con ello se abren dos frentes en el viejo continente para encarar la crisis energética derivada por la guerra de Ucrania. Uno, protagonizado por la alianza ibérica junto a Francia y Alemania y el otro, por el enlace italo-argelino.

Dos frentes entre los que se hace notar la fricción entre España y Argelia, que congeló la relación comercial con nuestro país (exceptuando, precisamente, los intercambios de gas natural) a raíz del giro de Moncloa con respecto al Sáhara Occidental. El Gobierno de Sánchez asegura que tiene la "mano tendida" a Argelia para volver a unir lazos, pero el veto argelino contra las empresas nacionales continúa. Un boitcot que, como contó Vozpópuli el pasado 8 de enero, ha costado a España hasta 630 millones euros.

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