El fiscal general de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, ha confirmado este lunes en una rueda de prensa que una investigación sobre el caso de Kathleen Folbigg, condenada a prisión en 2003 por la muerte de sus cuatro hijos, presentaba "dudas razonables" sobre su culpabilidad, por lo que ha ordenado su indulto y puesta en libertad.
Folbigg, de 55 años, fue condenada por presuntamente matar a tres de sus hijos, y por homicidio involuntario de su primogénito, entre los años 1989 y 1999. Los bebés tenían entre 19 días y 19 meses, informa 9News.
La acusada siempre ha mantenido su inocencia, asegurando que todos sus hijos murieron por causas naturales. La revisión de este caso ha tenido lugar después de que una investigación científica española liderada por la médica Carola García de Vinuesa apuntara a una posible mutación genética que provoca arritmias letales.
Los puntos clave de este nuevo informa que ha llevado a la decisión del indulto incluyen "la posibilidad razonable" de que tres de los cuatro niños murieran por causas naturales. La mujer, de 55 años, ha sido puesta en libertad luego de recibir el indulto de la gobernadora de Nueva Gales del Sur, Margaret Beazley, y se ha recluido en una granja en el norte del estado al lado de su amiga y férrea defensora, Tracy Chapman.
En un comunicado, Chapman agradeció el apoyo recibido y afirmó que los últimos 20 años "han sido terribles para Kathleen", sobre todo por el "dolor y el sufrimiento que ha tenido que soportar tras la pérdida de sus cuatro hijos". "Todos ellos se extrañan todos los días", matizó en referencia a los menores fallecidos.
Por su parte, la abogada de Folbigg, Rhanee Rego, consideró el indulto como un "momento decisivo de un viaje largo y doloroso” y expresó que el caso expone que el "sistema legal puede cometer errores". “Este caso debe reavivar la discusión para fortalecer las interacciones entre el derecho y la ciencia, para hacer reformas importantes para que el sistema legal tome decisiones basadas en la mejor evidencia científica disponible, no en la especulación", dijo en declaraciones a la prensa local.
El papel de una inmunóloga española
Un equipo de científicos, coordinado por la inmunóloga española Carola García de Vinuesa y liderado por el danés Michael Toft Overgaard, concluyó en 2020 que los decesos de los bebés de Folbigg podrían deberse a causas genéticas. La investigación científica, publicada en la revista especializada "Europace", de la Asociación Europea de Cardiología, vincula una mutación genética (CALM2) de dos hijas de Folbigg, Sarah y Laura, con la muerte súbita cardíaca.
Además, el estudio, conformado por un equipo internacional de 27 científicos, constató que los niños portaban variantes raras de un gen que mata a roedores por ataques epilépticos.
Reapertura del caso
Folbigg fue condenada en 2003 a 40 años de prisión, rebajados a 30 años en 2005, por el asesinato de tres de sus hijos y por el homicidio de otro de ellos y ha apelado sin éxito en varias oportunidades su condena, defendiendo su inocencia y asegurando que sus hijos murieron por causas naturales en la localidad de Hunter Valley, a unos 120 kilómetros de Sídney. El caso fue reabierto a raíz de una carta enviada en marzo de 2021 a las autoridades australianas por un centenar de científicos -incluidos dos premios Nobel- para solicitar el indulto y la liberación inmediata de Folbigg.