El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este jueves que su país no perdonará a los autores de los ataques contra el aeropuerto de Kabul, a quienes perseguirá y les hará pagar por los atentados.
Visiblemente afectado, Biden ha dado un discurso a la nación, después de que 12 soldados estadounidenses murieran y otros 15 resultaran heridos, en los ataques contra el aeropuerto de Kabul, que el grupo Estado Islámico (EI) ha reivindicado.
Es la primera vez que el mandatario ha hablado públicamente del atentado, el primer ataque mortal sufrido por tropas estadounidenses en Afganistán desde febrero de 2020.
El presidente ha cancelado toda su agenda programada para este jueves, en la que había un encuentro con el primer ministro israelí, Naftali Benet, que ha sido aplazado al viernes, y ha pasado la jornada siguiendo de cerca los acontecimientos en Afganistán reunido con sus asesores.
El ataque se produce a cinco días de la fecha marcada por el propio Biden para el final de la misión de evacuación y la retirada de tropas de Afganistán, el 31 de agosto.
El Estado Islámico reivindica el ataque
La rama afgana del grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó este jueves el atentado suicida, según un comunicado de esta facción radical difundido a través de sus canales de propaganda por internet.
En la nota, cuya veracidad no pudo ser comprobada por Efe, el grupo afirmó que "una explosión suicida" causó la muerte de 60 personas y heridas a otras 100, entre civiles afganos y fuerzas estadounidenses.
Sin embargo, reivindicó solo un ataque suicida y no el doble atentado que tuvo lugar en las inmediaciones del aeropuerto.
El autodenominado Estado Islámico de Khorasán afirmó que uno de sus soldados logró lanzar el ataque después de pasar inadvertido a través de los controles de seguridad "de las fuerzas estadounidenses y de la milicia talibán alrededor de la capital, Kabul".