Al menos 200 milicianos han muerto en un bombardeo de aviones de combate rusos sobre una base clandestina situada cerca de la ciudad siria de Palmira en la que preparaban atentados terroristas, según ha informado el Centro para Reconciliación en Siria ruso.
"Han sido eliminados dos refugios, hasta 200 radicales (...), así como unos 500 kilogramos de municiones y componentes para crear explosivos caseros", ha explicado el máximo responsable del Centro, Alexander Karpov, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Aliados del presidente sirio
Además, fueron destruidos 24 vehículos con ametralladoras de gran calibre. Según Kárpov, en la base se entrenaban extremistas para perpetrar atentados en diferentes partes del país árabe.
Rusia es aliado del Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, que combate contra las milicias islamistas y de la oposición. Moscú cuenta con una importante base aérea en Siria, Hmeimin.