El presidente de China, Xi Jinping, ha asistido este miércoles a la ceremonia de inauguración de un nuevo y enorme aeropuerto en el sur de Pekín, una semana antes de las celebraciones esperadas por el 70 aniversario de la fundación de la República Popular de China.
El Aeropuerto Internacional Beijing Daxing de Pekín (PKX) es uno de los más grandes del mundo, tiene forma de estrella de mar y está situado 45 kilómetros al sur de la capital y a 67 del Aeropuerto Internacional de Pekín Capital.
El aeródromo cubre alrededor de 47 kilómetros cuadrados, con cuatro pistas y 268 puestos de estacionamiento de aviones. Además tiene cinco pisos y una superficie de 103 kilómetros cuadrados.
También es el primer recinto aeroportuario en incorporar dos plantas dedicadas exclusivamente a las llegadas de pasajeros -una para vuelos domésticos y otra para internacionales-, así como otras dos a las salidas.
El aeropuerto Daxing alberga una estación ferroviaria de alta velocidad por debajo de su superficie
El Aeropuerto Internacional de Daxing tiene como objetivo trasladar eventualmente a 100 millones de pasajeros y 4 millones de toneladas de carga al año.
El nuevo aeropuerto, junto con el actual Aeropuerto Internacional Capital de Pekín (PEK), tendrá una capacidad conjunta de 250 millones de pasajeros al año.
Además, el de Daxing es el primer aeropuerto del mundo en albergar una estación ferroviaria de alta velocidad por debajo de su superficie.
El coste del aeropuerto ha sido de unos 11.500 millones de dólares
El aeropuerto ha sido presentado por el Gobierno chino como algo necesario para mejorar la competitividad internacional de Pekín y además esencial para integrar la zona económica de la provincia de Pekín-Tianjin-Hebei. Los altos cargos de Transporte del país han descrito la apertura del aeropuerto como "una forma muy importante de demostrar el crecimiento de China".
Las obras para construir el aeropuerto comenzaron en 2014 y han costado alrededor de 11.500 millones de dólares. El aeropuerto fue diseñado por la fallecida arquitecta Zaha Hadid en forma de estrella de mar, con la intención de reducir las distancias a pie para los pasajeros.