El régimen de Corea del Norte ha enviado militares a varios puestos de vigilancia en la frontera que hasta ahora estaban vacíos, después de advertir de que aumentaría la presencia de tropas en las zonas desmilitarizadas en plena escalada de tensiones con Corea del Sur.
Las Fuerzas Armadas norcoreanas anticiparon el miércoles la próxima creación de "puestos policiales civiles", eliminados en virtud de los pactos bilaterales actuales, como represalia contra el Sur por el continuado lanzamiento de propaganda en la frontera común.
A última hora del miércoles ya se podían ver soldados en posiciones que no estaban ocupadas hasta ahora, según fuentes militares surcoreanas citadas por la agencia de noticias Yonhap. Corea del Norte cuenta con unos 150 puestos, parte de los cuales estaban vacíos desde los acuerdos de 2018.
Pyonyang, que esta semana destruyó la oficina de enlace con Seúl, también ha amenazado con enviar tropas al complejo industrial de Kaesong y al monte Kumgang, si bien este extremo por el momento no habría sido confirmado.
Un portavoz de las Fuerzas Armadas surcoreanas, Kim Jun Rak, ha confirmado que Seúl vigila "de cerca" cualquier movimiento militar, "pero no se ha detectado ningún acción directa y visible". Seúl ya ha advertido al régimen de Kim Jong Un de que "pagará el precio" de cualquier provocación bélica.