Internacional

Cuarenta años del atentado contra Margaret Thatcher, el brazo político del IRA se asienta en el poder

Sinn Féin gobierna el 'Ulster' cuatro décadas después del ataque más sonado de la organización terrorista

  • Margaret Thatcher

El 12 de octubre de 1984, Margaret Thatcher gobernaba Reino Unido con mano de hierro y aplicaba de forma implacable sus recetas liberales. La confianza en su liderazgo duró hasta 1991, aunque pudo terminar mucho en ese día, cuando el IRA (Ejército Republicano Irlandés Provisional) llevó a cabo el ataque terrorista más ambicioso de su historia: estuvo cerca de asesinar a la primera ministra con una bomba, lo que hubiese servido para confirmar el alcance de la organización y cambiar para siempre la historia del país.

Aquel atentado fue perpetrado por Patrick Magee, un destacado miembro del IRA. Dejó una bomba con temporizador en el Grand Hotel de Brighton durante la estancia de Thatcher en el hotel, que terminó explotando. La primera ministra escapó por poco: los nueve kilos de Frangex explotaron en el baño de la habitación 629, elegida tras estudiar el edificio y la probable ubicación de Thatcher durante su estancia. La primera ministra se libró por poco: de haber estado en el baño, sí habría sufrido el impacto de la bomba, pero salió ilesa del atentado.

Estos detalles los cuenta el libro Habrá Fuego, de Rory Carroll, que relata con mucha fidelidad cómo fue el atentado que casi cambia la vida política de Reino Unido. El IRA lo estudió a fondo: el autor del golpe, Patrick Magee, entró a Inglaterra con una identidad falsa dos meses antes del atentado para hacer los preparativos. Se instaló en el hotel y colocó el explosivo. Todavía hoy se hacen documentales y obras literarias para explicar el atentado más conocido de la organización irlandesa.

Aunque su principal objetivo no murió, cinco personas sí lo hicieron, además de hacer ver a la sociedad y a los servicios de seguridad gubernamentales que su organización era capaz de burlar los controles de la principal figura del gobierno del país y perpetrar un atentado. Los cronistas de la época señalan que la intención fue derribar el edificio y enterrar a Thatcher con él, pero el pilar soportó la explosión, permitiendo que la estructura siguiese en pie.

Cuarenta años después, los herederos del IRA, el partido denominado Sinn Féin, se encuentra en el gobierno de Irlanda del Norte -Michell O'neill, vicepresidenta del partido, es la ministra principal- y es la formación norirlandesa con más representación en la cámara de los comunes de Londres. Por hacer un símil, es como si EH Bildu, herederos de la banda terrorista ETA, se alzara con el poder en una región española de gran extensión como Castilla y León o Andalucía.

Se trata del mayor hito político de la formación, aunque promete no repetirse: desde su victoria en las elecciones 'generales' de Irlanda del Norte en 2022, el partido no ha hecho más que perder adeptos entre el electorado. Primero las elecciones locales y después las europeas terminaron por demostrar la caída de los nacionalistas frente a las candidaturas liberales y conservadoras.

El IRA y Sinn Féin, grandes referentes para ETA y Bildu

La trayectoria política de Sinn Féin es digna de estudio, dado que es el gran referente de EH Bildu a la hora de conseguir sus objetivos políticos, dado que las organizaciones terroristas que les preceden -IRA y ETA- nunca lograron sus objetivos a través del terror y las armas. No por nada Arnaldo Otegi, coordinador de EH Bildu y exmilitante de ETA, consideró "amigo de los vascos" a Martin McGuiness, histórico de la formación terrorista irlandesa tras su fallecimiento en 2017.

La relación entre bandas se hizo fuerte entre los años 60 y 70. De hecho, el IRA se encargó de adiestrar a los etarras a nivel militar. Los morteros caseros, conocidos en País Vasco como Jotakes, fueron utilizados en España después de que una delegación irlandesa cediese los planos para fabricarlos a la banda terrorista.

Ese tipo de explosivo se hizo popular después de que el IRA lo utilizase para atentar contra el número 10 de Downing Street en 1991, en otro intento, como el de Thatcher, por asesinar a un primer ministro. En aquella ocasión, el objetivo era John Major, sucesor de la Dama de Hierro.

Por otro lado, fueron los primeros en dejar las armas -lo hicieron hace veintitrés años, una década antes que ETA- y pasarse a la vida política a través de Sinn Féin Republicano, que fue fundado en 1985 y ya contaba con una estructura robusta. ETA hizo lo propio: creo Herri Batasuna para ser la cara 'amable' y 'diplomática' de la banda terrorista.

Con las bandas terroristas disueltas, su presencia en entornos democráticos se ha hecho una constante, hasta el punto de que el Sinn Féin gobierna en Irlanda del Norte y EH Bildu se ha convertido en apoyo indispensable para el gobierno de Pedro Sánchez. Cuarenta años después de casi matar a la emblemática primera ministra británica, el brazo político del IRA ostenta poder en Reino Unido. Y lo hace con la vieja idea de conformar una Irlanda unida e independiente de los ingleses, mismo fin que perseguía el IRA durante toda su historia.

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