Mateusz Morawiecki, candidato ultraconservador a primer ministro del partido que ha gobernado Polonia desde 2015, ha perdido la votación de confianza que afrontaba en el Parlamento.
Esto activa el llamado segundo paso constitucional, según el cual un grupo de al menos 46 diputados puede presentar un nuevo candidato a primer ministro y abre la puerta a la investidura del Gobierno de coalición encabezado por Donald Tusk y compuesto por una alianza de centro liberal.
La candidatura de Morawiecki, que presentó en la mañana de este lunes en el Parlamento un programa de Gobierno abocado al fracaso por no contar con la mayoría necesaria, fue rechazada por 266 votos en contra y apoyada por solo 190 diputados.
El fin del euroescepticismo polaco que ha marcado la década
Solo los miembros del partido del propio Morawiecki y los ultranacionalistas de Confederación plantearon preguntas tras la intervención de Morawiecki, mientras el resto de los diputados se abstuvo de replicar desde la tribuna para abreviar en lo posible la duración de la sesión.
Se desbloquea así el punto muerto político en que se encuentra Polonia desde las elecciones del pasado 15 de octubre, en que el partido de Morawiecki obtuvo mayoría simple y ha dirigido un Gobierno en funciones con los días contados, dada la mayoría absoluta que tiene la alianza de la oposición.
En todo el país se sigue con gran interés un cambio de poder que finiquita una etapa euroescéptica y ultraconservadora que ha durado dos legislaturas. En Varsovia es transmitida en directo la sesión del Parlamento en una sala de cine a la que han acudido cientos de espectadores.
Está previsto que hoy mismo se lleve a cabo la votación que ratifique la candidatura de Donald Tusk como próximo jefe del Ejecutivo, a lo que sucederá otra votación mañana en forma de moción de confianza que, si es superada, llevará a su toma de posesión ante el presidente del país, Andrzej Duda, el miércoles.
