La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, ha dimitido en la tarde de este lunes. Así lo ha anunciado
el Elíseo en un escueto comunicado, mientras que el presidente Emmanuel Macron ha publicado un mensaje en su perfil oficial de la red social X, en el que agradece el trabajo de Borne.
"Su trabajo al frente de nuestra nación ha sido ejemplar todos los días. Implementaste nuestro proyecto con el coraje, el compromiso y la determinación de las mujeres de Estado. De todo corazón, gracias", ha manifestado Macron.
Tras 20 meses al frente del Ejecutivo, Borne, la segunda mujer que dirigió un gobierno en Francia, ha pagado el desgaste de un cargo en el que ha afrontado medidas impopulares, como la reforma de las pensiones o la ley de inmigración.
Esta última, aprobada el mes pasado con el respaldo de la derecha conservadora y de la ultraderecha, provocó una fragmentación del partido del presidente Macron, con un enorme descontento de su ala más izquierdista.
Borne no ha logrado encontrar los consensos necesarios para aprobar las leyes de su gobierno, lo que la ha obligado a acudir con frecuencia a un artículo de la Constitución que le permite adoptarlas sin voto de los diputados.
30 mociones de censura
En contrapartida, se ha visto obligada a superar 30 mociones de censura presentadas por la oposición, algunas de ellas ganadas por estrecho margen, como la que superó tras la aprobación de la reforma de las pensiones por tan solo nueve votos.
Borne, de 62 años, procedente del Partido Socialista, reputada negociadora, no ha conseguido atraer ni a la oposición de izquierdas ni a la de derechas, una labor que ahora tendrá que afrontar su sucesor.
El actual titular de Educación, Gabriel Attal, aparece como favorito para ello. De confirmarse, lo convertiría a sus 34 años en el más joven primer ministro de la historia de Francia.