Internacional

Deuda pública y crisis energética, el elefante en la habitación del que Italia no quiere hablar

La campaña de los políticos italianos ha pasado de puntillas por una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, el aumento de precios de alimentación y energía

  • Fotografía tomada el pasado 28 de agosto de una céntrica calle florentina. -

El quinto país más endeudado del mundo y la tercera economía más grande del euro vive este domingo una cita crucial con las urnas. El nuevo Gobierno que se elija tras las elecciones en Italia tiene retos tan grandes como hacerse cargo de un 159% de deuda pública en un contexto de subida generalizada de precios. Pero tanto La Liga de Matteo Salvini como los Hermanos de Italia de Georgia Meloni, los partidos a la cabeza de las encuestas, no quieren hablar sobre el gran elefante en la habitación: los ajustes para rebajar el déficit y la deuda y la escalada de costes energéticos que está que está poniendo contra las cuerdas a la industria del norte del país. Los partidos de izquierda y de centro se muestran cautelosos y son conscientes de la necesidad de ajustar el gasto público, pero a la vez defienden que no se puede abandonar a hogares y pequeñas y medianas empresas.

El escenario económico en el Viejo Continente está inmerso en la incertidumbre. Nadie sabe cuánto va a durar la guerra en Ucrania ni cómo va a terminar, pero la amenaza de la recesión y una inflación inédita en los últimos 30 años llevan a pensar en que el otoño y el próximo invierno serán muy complicados. A pesar de ello, los principales candidatos a hacerse con las riendas del Gobierno en Italia no han concretado mucho durante la campaña sus planes ante el reto económico que espera a todos los ejecutivos europeos en los próximos meses.

La coalición de derechas se muestra favorable a incrementar el gasto público para hacer frente a la crisis energética, aunque se está dividida. Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, no ve con tan buenos ojos esa posibilidad como la Liga de Matteo Salvini, mientras el tercer socio de la alianza, el conservador Forza Italia, no se ha pronunciado sobre esta cuestión.

El líder del principal partido de izquierda, Enrico Letta (del Partido Democrático), ha cerrado este viernes su campaña con mensaje en favor de la Unión Europea y con pocas referencias a la economía, aunque ha señalado la necesidad de hacer frente a la emergencia climática.

En primer plano, la candidata Georgia Meloni / Efe

"No ha habido propuestas concretas en la campaña, Georgia Meloni es una política a la que le interesa mucho más hablar de valores e identidades. La cuestión económica se ha dejado un poco de lado, pero a pesar de ello el bloque de derechas se ha mostrado favorable a incrementar el gasto público", señala Andrea Betti, profesor de Relaciones Internaciones en la Universidad Pontificia Comillas.

Esa sensación de que faltan propuestas es compartida por Paolo Lorusso, publicista de 38 años que reside en Milán tras algunos años trabajando en Barcelona. "Los políticos italianos pierden mucho tiempo hablando y concretan poco. No estoy convencido de que el próximo Gobierno pueda arreglar la situación económica", afirma resignado en conversación con Vozpópuli.

Lorusso expone otra de las principales preocupaciones que afectan a los ciudadanos: la imparable escalada de la inflación. "El aumento de precios se nota y mucho. El coste de los bienes básicos está disparado, yo lo he notado especialmente en las verduras", asegura. También la falta de empleo es una fuente de preocupación para los italianos. El país registró una tasa de desempleo del 8,1% el pasado mes de agosto, la tercera más alta de la Unión Europea tras España y Grecia, según los datos que refleja Eurostat. "Mucha gente tiene miedo de perder su empleo. Hay pocas alternativas para buscar trabajo, especialmente para las personas que viven en el sur del país", recalca Lorusso.

Enrico Letta, líder del Partido Democrático / Efe

Ante este escenario, Meloni y Salvini han propuesto incrementar las ayudas para los parados. "Los políticos italianos quieren seguir incrementando el gasto público, pero lo cierto es que el país tiene poco margen de maniobra. El próximo Gobierno tendrá que pactar una senda de reducción de la deuda con Bruselas", asegura el profesor Andrea Betti.

Los Estados miembros de la UE están obligados por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento a mantener un déficit público inferior al 3% de su PIB y una deuda que no rebase 60% de su PIB. Estas normas han estado suspendidas durante la pandemia para que los países pudieran gastar más y hacer frente a la emergencia. Pero la Comisión Europea apremia ya a los países para poner en marcha el saneamiento de las cuentas públicas.

Dependencia del gas y crisis energética

Italia importó en 2021 el 90% de los suministros de gas que consumió. El 40% de esta materia prima provenía de Moscú. Con el objetivo de prepararse ante un posible corte del gas por parte del presidente ruso, Vladímir Putin, el país tiene actualmente reservas de gas por encima del 80% y el plan es alcanzar reservas cercanas al 90% en octubre.

El nuevo Ejecutivo deberá continuar con la diversificación de los proveedores de gas, proceso ya iniciado durante el mandato de Mario Draghi con el acercamiento a Argelia. Estas negociaciones se han visto favorecidas por la crisis diplomática entre Argel y Madrid a causa del reconocimiento de España de la soberanía marroquí sobre el Sáhara occidental.

También será necesario buscar recursos para aliviar a familias y empresas ante la subida de los costes de la energía, que continuarán al alza mientras dure el conflicto en el este de Europa. El país ha invertido ya unos 50.000 millones en ayudas para paliar el encarecimiento de la energía, solo por detrás de Alemania, según recoge el think tank europeo Bruegel.

Draghi trató de subvencionar el consumo a partir de los ingresos obtenidos de las subastas de emisiones de gases contaminantes y de los impuestos a los beneficios extraordinarios de las energéticas, sin ampliar la deuda pública.

Los partidos de la derecha han hecho hincapié en sus programas electorales en el incremento de la producción de las energías renovables y la apuesta por la energía nuclear. La coalición de izquierdas quiere luchar por un tope europeo para el precio de gas y plantear un plan de ahorro energético e incentivar las plantas de energía renovable.

El Movimiento 5 Estrellas apuesta por el ahorro energético y el uso de fuentes renovables. Los centristas apoyan limitar el precio del gas importado por la UE y utilizar la energía nuclear para lograr las "cero emisiones" en 2050.

Con todo, los datos de crecimiento para Italia en 2022 siguen siendo positivos. Las previsiones de crecimiento del PIB de este año son de un 2,4% y los analistas del Banco de Italia pronosticaron en junio un 2,6% de incremento del PIB. Las curvas podrían empezar a asomar en el arranque de 2023 y que el país entre el recesión en los próximos doce meses.

Descontento social y abstención

El clima que se respira antes de la elecciones de este domingo es de desilusión y cansancio, por ello se espera una alta abstención. "No hay ilusión por votar un nuevo Gobierno y es probable que un 40% del censo ni siquiera acuda a las urnas", asegura el profesor Andrea Betti.

La complicada situación económica está poniendo a prueba la resistencia y las convicciones en el apoyo a Ucrania frente a la invasión de Rusia. "Si el escenario empeora, mi impresión es que Georgia Meloni, favorita en las encuestas, podría empezar a presionar para finalizar la guerra lo antes posible, aunque sea con concesiones a Vladímir Putin", concluye Betti.

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