Los colegios electorales ya han abiertos sus puertas este jueves. Reino Unido se enfrenta a unas elecciones municipales parciales, en las que también se incluye a Londres y que podrán marcar un antes y un después en el panorama político británico.
Se trata de la mayor cita en las urnas desde el 12 de diciembre de 2019 y, paralelamente, tienen lugar comicios en lugares tan relevantes como Escocia y Gales. En total, alrededor de 48 millones de personas podrán ejercer su derecho a voto este miércoles.
Estas elecciones se convierten en clave porque, a través de ellas, el que fuera alcalde de Londres y actual 'premier' de Reino Unido, Boris Johnson, tratará de afianzar su poder en el país. No solo eso, esta cita podría suponer la debacle desastrosa del Partido Laborista y el avance de los conservadores.
En concreto, este 6-M se eligen 143 ayuntamientos y un total de 13 alcaldes, entre ellos, el de la capital, donde parte como favorito el laborista Sadiq Khan, quien en 2016 fue el primer alcalde musulmán y de una minoría étnica en Londres.
Aquí reside uno de los puntos clave de estos comicios, ya que está en juego el futuro de laboristas y conservadores.
Además de esto, los británicos elegirán tanto el Parlamento escocés como el de Gales, además de un escaño en la Cámara de los Comunes para la circunscripción inglesa de Hartlepool, tras la dimisión del diputado laborista por acusaciones de acoso sexual.
Aquí reside uno de los puntos clave de estos comicios, ya que está en juego el futuro de laboristas y conservadores.
El Brexit -para el que se votó el 23 de junio de 2016- cambió el rumbo y la tendencia del voto en Reino Unido. En las elecciones de 2019, los conservadores comenzaron a conquistar territorios que habitualmente habían otorgado su respaldo a los laboristas.
En concreto, antiguos feudos laboristas del norte y del centro de Inglaterra pasaron a decantarse por el Partido Conservador por su clara apuesta por la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Así, si el territorio de Hartlepool pasase al lado conservador, el partido avanzaría aún más en su conquista.
Impacto de las elecciones en Escocia
También entra en juego cómo afectará el resultado de las escocesas al resto de Inglaterra y, más concretamente, a Londres.
Todo apunta a que los independentistas ganarán en estos comicios. Los sondeos, incluso, vaticinan que el Partido Nacional Escocés (SNP) no necesitará a otros partidos para poder lograr la mayoría absoluta.
Esto implicaría que los independentistas gobernarían cinco años en Escocia y, continuarían así con el principal eje de su política, exigir la celebración de un nuevo referéndum de separación de Reino Unido.
De hecho, la línea de la campaña de la líder del partido, así como ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha sido aferrarse a la idea de volver a convocar a los ciudadanos para decidir sobre un referéndum.
Tal y como aseguran las encuestas, SNP mejoraría los resultados de la anterior cita electoral y obtendría el 49% de los votos, así como 67 diputados, dos más de los necesarios para lograr la mayoría absoluta.
"No queremos marcharnos de la UE"
Tras las elecciones generales de 2019, Sturgeon afirmó que Escocia había enviado un mensaje "muy claro". "No queremos un gobierno de Boris Johnson y no queremos marcharnos de la Unión Europea", expresó entonces. Así, su partido rechazaba claramente el Brexit y exigía un nuevo referéndum de independencia para el país.
Sin embargo, Sturgeon -primera mujer en lograr ocupar ambos cargos- tendrá que vivir una nueva situación en el camino, la irrupción del exlíder de su partido Alex Salmond en el Parlamento escocés con la recientemente creada formación Alba Party.
En las elecciones del 5 de mayo de 2011 al Parlamento Escocés, el SNP obtuvo 69 escaños, superando ampliamente a los laboristas. Con una mayoría absoluta frente a los 57 escaños de los partidos lealistas (laboristas, liberales y conservadores) pudo celebrar un referéndum sobre la independencia de Escocia en el año 2014.
Los partidos no independentistas acusan duramente a Sturgeon de hacer campaña por el referéndum en plena pandemia de la covid-19.
No obstante, el 55,4% de los votos rechazó esta idea y Salmond decidió dimitir entre acusaciones de acoso sexual, cogiendo Sturgeon el testigo.
Sin la aprobación de Londres
El antecesor de Sturgeon presenta ideas más férreas en relación al referéndum y plantea que se active esta opción directamente desde el Parlamento y sin contar con la aprobación de Londres, como ya ocurrió en 2014. Para ello, tendrían que pasar por los tribunales.
Sin embargo, la actual favorita para ganar los comicios escoceses tampoco descarta este escenario y, si obtiene el respaldo mayoritario de la Cámara, ha asegurado que lo hará.
Todo ello en un contexto en el que, a pesar de que algunos parten con más opciones, no está nada decidido y una situación en la que los no independentistas acusan duramente a Sturgeon de hacer campaña por el referéndum en plena pandemia de la covid-19.