La campaña electoral estadounidense ya marcó un punto de inflexión, una diferencia, con respecto a las anteriores. Los dos principales candidatos, Donald Trump y Hillary Clinton, han sabido despertar pasiones y odios. El elevado tono de los debates, las polémicas declaraciones del republicano y el caso de los 'emails' de la demócrata han despertado un potente interés mediático que ha arrastrado al electorado.
Desde que se abrieran los colegios electorales en la costa este, se ha comprobado que la participación ha superado todas las expectativas. Esa movilización, por encima de lo habitual, ha dado esperanzas al equipo de Hillary Clinton. La ex secretaria de Estado partía como favorita para ocupar el 1.600 de la avenida de Pensilvania en todas las encuestas. Sin embargo, el televisivo Trump ha sabido jugar sus cartas y ha recortado esa ventaja de forma progresiva. El miedo al terrorismo y a la inmigración que ha divulgado en la campaña ha calado en su electorado objetivo, así como la promesa de "convertir a América en una gran nación otra vez".
Todas las encuestas, incluso las publicadas el mismo día (en Estados Unidos no hay jornada de reflexión), han vaticinado la victoria de la candidata demócrata. La diferencia entre ambos candidatos se sitúa en el 3,2%.
Las bazas de Clinton
El voto latino, que ha ido ganando peso convocatoria tras convocatoria en Estados Unidos, se encuentra mayoritariamente en contra del candidato republicano. Pero eso no implica que este martes hayan acudido a apoyar a Hillary. La experiencia en la Administración Obama, la moderación que representa y el continuismo de las políticas del actual presidente son las mejores bazas con las que ha jugado Clinton. De ella, y de su ejército de campaña, depende que ocupe o no la Casa Blanca. ¿Habrá conseguido arrastrar el voto femenino que rechaza el machismo de Donald?
Guam, demócrata
No es una predicción estadística, ni siquiera sus resultados tienen representación en el 'colegio electoral' que elige al presidente, pero lo que pasa en Guam suele vaticinar lo que sucederá en el resto del país. Y este martes, los habitantes de esta isla, situada en el Pacífico, votaron mayoritariamente por Hillary Clinton. Su resultado fue el primero en conocerse.
Las claves
1. El presidente de los Estados Unidos se elige mediante 'colegios electorales'. En concreto, 538. Cada candidato necesita 270 apoyos para convertirse en presidente. Los ciudadanos eligen con sus votos hacia qué partido se decantará cada uno de los estados.
2. Pero, presidente no es lo único que votan los estadounidenses. Se renueva también la Cámara de los Representantes y un tercio del Senado. Por el momento, los dos organismos están controlados mayoritariamente por republicanos. Además, en California y Arizona se decide también sobre la legalización de la marihuana.
3. Para el votante "descontento" con los dos grandes candidatos, había otros aspirantes a ocupar el 1.600 de la avenida de Pensilvania. El Partido Libertario (Gary Johnson), el Partido Verde (Jill Stein) y el independiente Evan McMullin también lo han intentado. Sin embargo, sus electores apenas superan el 5% del censo en el mejor de los casos.
4. 219 millones de ciudadanos estadounidenses tienen derecho a participar en las elecciones que situarán a Trump o a Clinton como el 45º presidente de los Estados Unidos. Aunque solo se han registrado para hacerlo unos 150 millones.