El Partido Conservador ha perdido las elecciones locales en el condado de North Shropshire, un escaño que preservaban desde hacía casi dos siglos, en un indicio de la grave crisis de confianza en la figura del primer ministro británico, Boris Johnson, ahora mismo asediado por un motín dentro de sus filas por las medidas frente al coronavirus.
La victoria ha recaído en Helen Morgan, candidata liberaldemócrata, quien no solo ha dado un vuelco a los más de 20.000 votos de diferencia que llevaron al triunfo a los conservadores en los anteriores comicios, sino que ha sacado 4.000 votos de distancia al candidato 'tory', Neil Shastri-Hurst (17.957 frente a 12.032).
Las elecciones, fuera de calendario, fueron convocadas además después de que el antiguo ocupante del escaño, el exministro para Irlanda del Norte Owen Paterson, renunciara en medio de un escándalo de corrupción.
La debilidad de Johnson fue el tema predominante en el discurso triunfal de Morgan. "La fiesta se ha acabado", ha proclamado ante sus simpatizantes, en referencia a otro escándalo que ha perseguido al ministro en los últimos días: un polémico encuentro entre Johnson y sus empleados durante el apogeo de las restricciones que impedían las reuniones personales. "Nuestro país clama liderazgo, y usted no es un líder. Su Gobierno, que funciona a base de mentiras, será hecho responsable de lo que está sucediendo. Será sometido a escrutinio, desafiado y derrotado", ha manifestado tras conocer los resultados, en declaraciones recogidas por la cadena BBC. "Hoy nos hemos ganado el apoyo de personas que siempre han votado a los conservadores", añadió, consciente de su victoria en pleno bastión 'tory'; un escaño que los conservadores mantenían desde 1830.
Desde el Partido Conservador, la derrota se ha recibido con diferente nivel de alarma. Si bien el presidente del partido, Oliver Dowden, ha reconocido que el resultado es "una paliza y un mensaje alto y claro aunque no constituya un suceso trascendental", el diputado conservador Roger Gale ha avisado de que Johnson está ahora mismo completamente desprotegido: "Una más y se larga. Está pidiendo la última ronda, porque estas elecciones han sido un referéndum sobre su desempeño", ha declarado Gale a la emisora Radio 4 de la BBC.
