La rama del Estado Islámico encargada de las operaciones en el extranjero había planeado lanzar una ola de atentados que afectara a varios países europeos tras los ataques de París, según una investigación de la cadena estadounidense CNN publicada este lunes. CNN ha obtenido 90.000 páginas de información sobre las investigaciones de las agencias europeas, los interrogatorios y los datos conseguidos de los teléfonos móviles de los terroristas que formaban parte de la célula inicial de los atentados de París.
Una fuente europea de la lucha antiterrorista ha revelado a CNN que, conforme a las pesquisas, los atentados del 13 de noviembre en la capital francesa, que dejaron 130 muertos, eran una versión 'light' de un plan más ambicioso para atacar Europa. Los investigadores creen que el Estado Islámico también pretendía atentar en otros puntos de Francia que incluirían centros comerciales y supermercados, y en Países Bajos. Además, habría intentado infiltrar más milicianos en Reino Unido para atacar también en suelo británico.
El Estado Islámico habría intentado infiltrar más milicianos en Reino Unido para atacar también en suelo británico
CNN ha detallado que dos terroristas identificados como Adel Haddadi, argelino, y Muhamad Usman, paquistaní, eran parte de la célula de París pero nunca alcanzaron Francia porque fueron interceptados antes en Grecia y finalmente acabaron en Austria. Haddadi y Usman salieron de Raqqa -la capital 'de facto' del autoproclamado califato- seis meses antes de los atentados de París como parte de un equipo más amplio, aunque ni siquiera sabían el nombre de sus otros compañeros, con el mandato genérico de "hacer algo por el bien de Alá", según confesó Haddadi a sus interrogadores.
Cruzaron la frontera entre Siria y Turquía y desde allí viajaron en barco a Grecia camuflados entre la masa de refugiados. Las autoridades griegas se dieron cuenta de que sus pasaportes sirios eran falsos y les detuvieron, lo que impidió que atentaran en París. Fueron liberados en octubre, tras lo cual se pusieron en contacto con Abu Ahmad, el alto cargo del Estado Islámico que dirigía la operación desde Siria, que les facilitó dinero e información para poder continuar su viaje por Europa.
El 14 de noviembre, un día después de los atentados de París, llegaron a la ciudad austriaca de Salzburgo, solicitaron asilo y se quedaron en un centro para refugiados a la espera de que se resolvieran sus casos y, al parecer, de que llegara un tercer hombre con nuevas instrucciones. Este tercer terrorista ha sido identificado como Abid Tabaouni, un marroquí cuyo nombre no había salido hasta ahora. Tabaouni también partió de Siria y llegó a Europa como supuesto refugiado. Alcanzó Salzburgo en diciembre y acabó en el mismo centro que Haddadi y Usman.
El mismo día que Tabaouni llegó al centro, las autoridades austriacas detuvieron a sus dos compañeros y a otros presuntos terroristas, pero él consiguió escapar, aunque dejando atrás su teléfono móvil. Fue arrestado en julio en Bruselas.